Ricardo Suárez explora el pasado y presente del imaginario sevillano en la exposición de Cajasol 'Vanidades'

Tal y como ha explicado el presidente de la Fundación Cajasol, «la mirada crítica y poco complaciente de Ricardo Suárez sobre su ciudad no es nada nuevo, pero sí lo es el enfoque que aporta esta muestra y las circunstancias especiales en las que se crearon estas obras inéditas de los últimos años». Además, Pulido ha querido destacar que «Ricardo sigue innovando y rompiendo moldes en cada uno de sus proyectos sin renegar nunca de sus señas de identidad ni de las tradiciones de nuestra tierra. Una mezcla bien equilibrada de tradición y modernidad que también define nuestra actividad y el criterio que empleamos a la hora de seleccionar los contenidos culturales que ofrecemos en la Fundación Cajasol».

Por su parte, Sema D'Acosta, ha dicho de la exposición que «revisa el imaginario sevillano mezclando sus tradiciones de pasado y presente, una metrópoli interminable donde coexisten múltiples caras, desde las más conservadoras hasta las más vanguardistas, desde las que se mantienen durante siglos hasta las que aparecen nuevas ligadas a la tecnología».

Por último, el artista ha comenzado su intervención recordando que «ha pasado más de una década de mi última muestra individual en esta Entidad. Un tiempo que da para mucho y para bien poco. En todos estos años las idas y venidas desde lo creativo han sido constantes, tan constantes que, entra esas, te quedas huérfano de madre y padre». Suárez ha querido agradecer, para finalizar, «a la Fundación Cajasol, al comisario a los escritores de los textos, Ignacio Camacho y Antonio Rivero Taravillo y, por último, a sus padres, Dolores y José Antonio».

Esta muestra plantea una reflexión abierta sobre la ciudad de Sevilla y sus significados a partir de la particular percepción del artista, que zarandea los estereotipos y revisa su idiosincrasia desde una posición tan mordaz como pertinente. La exposición reúne trabajos inéditos de los últimos dos años, un periodo de profunda introspección donde el cuidado de su padre y su posterior fallecimiento marcan en su vida un tiempo de pausa, duelo y restauración.

En esta propuesta el visitante descubrirá un Ricardo Suárez diferente que, sin abandonar su estilo y la poética de su lenguaje, trasciende la representación del paisaje y sus anteriores series vinculadas al río Guadalquivir. Su posición sigue siendo la misma y esta obra reciente complementa a la precedente.