José Manuel Ballester: «Es díficil hablar de límites en el mundo del arte»

Desde hace dos décadas, Ballester tiene abierta una línea de investigación titulada 'Espacios ocultos' que toma como inspiración cuadros emblemáticos de la historia del arte, una serie que pone en revisión nuestro pasado iconográfico. Estos días presenta en la galería Rafael Ortiz una exposición titulada, 'Decamerón | Divina Comedia', con la que este espacio inaugura la temporada. La exposición de Ballester presenta dos grupos complementarios de fotografías que nos remiten a los inicios de la pintura occidental y la construcción de la mirada moderna en Europa.

«Quiero hacer un homenaje no sólo a la cultura italiana, sino a dos ilustradores, y por ello presento una selección de miniaturas inspiradas en 'La Divina Comedia' de Dante realizadas por Giovanni di Paolo a mediados del siglo XV en Siena y por otro, escenas descontextualizadas extraídas del 'Decamerón' de Boccaccio pintadas por el maestro Jean Mansel en el entorno del Duque de Borgoña en Francia sobre el mismo período. He trabajado esta serie quitándoles todo lo narrativo e incoporarlo al proyecto 'Espacios Ocultos'. Son fotografías pero con un tratamiento muy pictográfico. Además estamos viviendo una etapa muy similar a aquella que desembocó en el Renacimiento planteando un mundo nuevo, y por ejemplo, el 'Decameron' fue fruto de una pandemia, de una peste negra llena de confinamientos muy similar a lo que hemos vivido hace poco. El arte por el hecho de ser antiguo no deja de ser útil«, asegura.

Dice que no sabe si es un pintor que hace fotografía o un fotógrafo que pinta, «la tecnología nos ha permitido unir estas dos técnicas de manera muy natural, lo que antes incluso llegó a estar mal visto. Recuerdo mis años de formación donde ambas disciplinas ni se 'miraban' la una a la otra y estaban muy independientes y sin embargo eso ha evolucionado mucho».

A la hora de trabajar cree que la tecnología le ayuda más que le condiciona, «es una alianza a favor. Yo por ejemplo considero que el photoshop es casi como un tratado de pintura con las herramientas que lleva el programa. Por eso digo ahora que la fotografía se encuentra en una fase pictorialista, con argumentos vinculados desde siempre a las artes plásticas«.

Ballester parte del hecho de que «la realidad es la más perfecta de las ficciones, pero no deja de ser una ficción. Acordamos la realidad como una ficción compartida, y la realidad virtual, todo lo que aparece con la inteligencia artificial, es cada vez más un mundo más creíble y difícil de identificar con lo real. Pero la ciencia ficción ya hablaba de esto hace muchos años. La fotografía antes se entendía como un registro de la realidad, como una captura objetiva, pero eso ya no tiene sentido. De hecho, voy a hacer un proyecto que se llama '50 variaciones sobre un tema', que son 50 cámaras fotográficas fotografiando el mismo tema, y cómo cada cámara visualiza el objeto de forma diferente. Además, si vemos la evolución de la fotografía y las máquinas que se utilizaban, vas viendo la evolución del lenguaje fotográfico. Y artistas como Fontcuberta ya hablaba de la mentira del lenguaje fotográfico..., la fotografía como registro no existe«.

Le gusta el término de explorador para referirse a su trabajo, «me gusta porque el experimento también te permite investigar aunque a veces se fracase, pero es emocionante. Es difícil hablar de límites en el mundo del arte. La creatividad no se puede limitar, el hallazgo, el descubrimiento, la sorpresa son las herramientas que tienes a diario«.

En su obra hay un encuentro entre la tradición y la innovación, «para mí es importante la tradición y hay que saber manejarla. No tiene sentido hoy pintar como Velázquez, pero nos es útil su forma de entender la realidad de aquel momento. No se puede pintar como en el siglo XVII, pero ahí está. El como el caso de Picasso, que tuvo una formación académica y luego evolucionó«.

José Manuel Ballester confiesa que no tuvo la formación académica que hubiera deseado, «yo sabía lo que quería aprender y me encontré con otra realidad, pero lo importante fue el ambiente, los compañeros que se iniciaban en el mundo del arte y eso fue muy estimulante».

El artista madrileño es más partidario de plantear problemas que ofrecer respuestas a través del arte. «Yo creo que es bueno proponer incógnitas, y ojalá encontremos respuestas, ya me gustaría. Pero es muy difícil que el arte responda a lo que ocurre en la Humanidad ahora mismo. Mejor compartir lo que nos interesa porque todos queremos saber qué sentido tiene la vida y el mundo en el que vivimos con todo este ambiente de violencia y los desastres y las guerras que ahora vemos por la tele y que nos cuesta digerir. Yo tengo una serie dedicada a las guerras y los desastres basado en el Guernika de Picasso y los Desastres de la Guerra del 3 de mayo de Goya. El arte no ha conseguido evitar las guerras, y siguen ocurriendo a pesar de haber sido pictóricamente denunciadas. Cambiar la vida es demasiado, porque si fuese fácil se hubiera cambiado. Goya fue el primer artista que cuestionó lo absurdo de la barbarie humana y consiguió demostralo intelectualmente, pero a los humanos esa lección no nos ha servido. Pero yo creo que no hay que dejar de insistir«.

José Manuel Ballester cree sin embargo que a través del arte se puede mirar la vida de otra manera, «por lo menos yo trabajo con esa convicción», y lo hace inspirado en la arquitectura, «porque es el escenario donde vivimos y pasan todas las historias y la vida del ser humano. En la ciudad viven los buenos y los malos compartiendo escenario, y según estás diseñadas las señales dan pistas de cómo está estructurada la sociedad. El ser humano necesita ese cobijo y protegerse de la Naturaleza que a veces es hostil. Esa escena es la que me interesa, pero desvinculada de elementos narrativos».

'Decamerón | Divina Comedia'. José Manuel Ballester

Dónde: Galería Rafael Ortiz. Calle Mármoles, 12

Fecha: del 18 de septiembre al 11 de noviembre de 2025

Horario: De lunes a viernes de 11 a 13,30 y de 18 a 21 horas.