música
El violinista Sergei Dogadin protagoniza el quinto programa 'Gran Sinfónico' en Sevilla
La ROSS estará dirigida este jueves y el viernes por el maestra Marc Soustrot para interpretar el 'Concierto para violín y orquesta' de Beethoven y el 'Concierto para orquesta' de Bartók
La Sinfónica ofrecerá conciertos escolares en el Riberas del Guadaíra
La Orquesta Sinfónica de Sevilla busca director en el mercado musical
El violinista ruso Sergei Dogadin
Tras los conciertos de Navidad y Año Nuevo, el acompañamiento en el foso al Ballet 'La Sílfide' y tres intensas semanas de conciertos para escolares, celebrados en el Auditorio Riberas del Guadaíra con la asistencia de 180 centros escolares y 8.000 niños ... y niñas, la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla retoma esta semana el Ciclo de abono con el 'Gran Sinfónico 5' que, bajo el título 'Concierto de conciertos' tendrá lugar los próximos jueves 15 y viernes 16 de febrero en el Teatro de la Maestranza a las 20 horas.
Esta semana actuará como solista el prestigioso violinista Sergei Dogadin, uno de los representantes más brillantes de la escuela de violín rusa, con una importante carrera como solista y músico de cámara internacional, y que posee algunos de los premios más prestigiosos como el IX Concurso Internacional de Violín Joseph Joachim en Hannover (2015), el concurso internacional de Violín de Singapur (2018) y, más recientemente, el XVI Concurso Internacional Chaikóvski de Moscú, donde ha sido galardonado con el primer premio y la medalla de oro.
Todo ello bajo la dirección del director artístico y titular, Marc Soustrot, que regresa al podio de la ROSS tras las extraordinarias veladas de diciembre con Berlioz, Lalo, Boulanger y Honneger, para acometer el 'Concierto para violín y orquesta', en Re mayor, Op.61 de Ludwig van Beethoven, en la primera parte y en la segunda el 'Concierto para orquesta', SZ. 116 – BB.123 de Béla Bartók. Dos piezas fundamentales en la historia de la música clásica y desafiantes desde el punto de vista técnico, ya que exploran una amplia gama de emociones y estados de ánimo a lo largo de sus movimientos.
Según las notas del programa de abono de José María Jurado García-Posada, el célebre concierto de Beethoven fue «escrito a gran velocidad y completado apenas dos días antes de su estreno, sin someterse a la estricta reflexión de su creador que sopesaba mucho cada compás, está imbuido, acaso por esa celeridad en la composición, de la gracia y la ligereza que lo hace inteligible a la primera escucha. Compuesto para el virtuoso Franz Clement ('Concierto por Clemencia para Clement', dice la dedicatoria), que lo estrenó el 23 de diciembre de 1806 en Viena tocándolo a primera vista, sin ensayo previo bajo la dirección del propio compositor».
En cuanto a la obra de Bartók, que ya compuso en Estados Unidos en los años cuarenta tras exiliarse de Hungría ante la amenaza nazi, Jurado dice que «en esas mismas fechas fue diagnosticado de leucemia y la mayoría de los musicólogos coinciden que este 'Concierto para orquesta' tiene no poco de testamento. Complejo, misterioso, incluso arduo, pero al mismo tiempo revelador, consta de cinco movimientos de los que el propio compositor dijo: 'El tono general del concierto representa, aparte del segundo movimiento bromista, una transición gradual desde la severidad del primer movimiento y la lúgubre canción del tercero hasta la afirmación de la vida en el último'».
Ver comentarios