Siempre Así canta a Sevilla por San Valentín

El Día de San Valentín es la ocasión perfecta para celebrar el amor en todas sus formas. Aunque la mayoría de veces se asocia con el amor romántico, es importante recordar que este sentimiento va más allá de las relaciones de pareja. El amor propio, el cariño familiar y la amistad son claves para el bienestar, y también merecen ser celebrados en este día.

La amistad es precisamente uno de los pilares que sostiene a Siempre Así, de ahí que esta noche fuera la ocasión perfecta para ver en directo a uno de los grupos más importantes de la ciudad culminar su gira 'Siempre Mahareta'.

Esta noche había motivos de sobra para celebrar, porque además de rendir homenaje al amor, Siempre Así festejaba el 30 aniversario de Mahareta, «ese disco que nos iluminó la vida y fue un antes y un después», recordó Rafa. A pesar de ser un concierto clave, el público estuvo especialmente tranquilo durante las primeras canciones -ni siquiera cantaba-. Cabe destacar que, aparentemente, la media de edad en el auditorio era de alrededor de 55 años, y a este tipo de espectador, por lo general, le cuesta arrancar.

Para que Sevilla fuera entrando en calor, Ángel advirtió que «vamos a ir subiendo el nivel. Hoy es una noche de locura, de mahareta. ¡Quiero que esta noche todos nos volvamos maharetas!». Acto seguido, invitó a todos a tocar las palmas siguiendo el ritmo de 'Mahareta'.

Sin embargo, el momento exacto en el que la capital hispalense perdió la vergüenza fue cuando llegó el turno de 'Para volver a volver'. «Como estamos en Sevilla y tan bien rodeado, vamos a bailar una sevillana. No sé cómo lo vamos a hacer, pero si la bailamos en pandemia sentados en una silla, hoy la bailamos por mi madre». Los asistentes siguieron órdenes, y los pocos huecos que había -en las filas y por los pasillos- se llenaron de parejas bailando las cuatro sevillanas. Sin duda, esta es una de las cosas que solo pasan en esta ciudad.

En este espectáculo no faltaron los grandes éxitos de Siempre Así, 'Esa mujer', 'Si los hombres han llegado hasta la luna y 'A mi manera', «una canción que nos llevó a otro planeta, que han cantado grandes artistas», fueron algunos de ellos. Tampoco dejaron atrás los homenajes a otros cantantes, como María Jiménez con su emblemático 'Se acabó', a Rafa Serna con 'Se te nota en la mirada', Vanesa Martín a través de 'No estando contigo', José Manuel Soto y su 'Cuando vuelva a Sevilla en primavera' y, como no, a Los del Río, porque 'Sevilla tiene un color especial'.

«El amor te cambia la vida, y esta es una historia que seguro que a todos nos ha pasado, porque probablemente que en algún momento a todos alguien nos ha cambiado la vida», admitió Rafa antes de cantar 'Alguien'. Porque sí, el amor cambia vidas, y no hay nada como encontrar a alguien que te complemente y te aporte tanto, que estés dispuesto a arriesgar todo por pasar -en teoría- el resto de tu vida con alguien. No debe ser fácil tomar una decisión así, pero pareció que Juanjo, uno de los espectadores, lo tenía claro cuando subió al escenario, se arrodilló con un anillo en la mano frente a más de tres mil personas y le preguntó a Nazaret si quería casarse con él. Bastó un «¡sí!» para desatar las aclamaciones de todos.

Siempre Así puso el broche de oro a la velada con la 'Salve rociera', o 'Salve del Olé', porque «cada concierto nos gusta terminarlo dando gracias a la Virgen del Rocío, que es la que nos trajo hasta aquí. ¡Me gustaría que todos encendierais las luces para dar gracias a la Virgen del Rocío! Vamos a pedir salud y que se calmen los ánimos en el mundo, que los políticos empiecen a entenderse, que yo sé que es difícil, pero hay que hacer un esfuerzo conjunto para que reine la paz en el mundo», añadió Rafa.

A pesar de ser viernes y arrastrar el cansancio de la semana, el público volvió a casa con las pilas cargadas. Incluso el alcalde, José Luis Sanz, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el presidente del Parlamento Andaluz, Jesús Aguirre -que, desde sus asientos, también formaron parte de esta gran fiesta- demostraron que esta era una cita que nadie se podría perder.