El Lope de Vega de Sevilla abre el telón a la exitosa ópera bufa contemporánea Je suis narcissiste

Tres creadoras de primera línea: la compositora Raquel García-Tomás (Premio Nacional de Música 2020 y Premio El ojo Crítico de Música Clásica en 2017), la dramaturga Helena Tornero y la directora de escena Marta Pazos, unen esfuerzos en esta peculiar ópera de 90 minutos de duración, alejada del concepto tradicional, que aterriza en Sevilla tras haber sido unánimemente aclamada por la crítica en Madrid y Barcelona con el acompañamiento de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla.

Clotilde es la protagonista de esta historia, una gestora cultural a la que se le acaba de morir su gato. Este hecho provoca un giro en su vida y es ahí cuando arranca el desfile de narcisistas, comenzando por Giovanni, su psiquiatra; su propio novio o la artista conceptual para la que trabaja, entre otros; todos ellos personajes de colores irreales con los que el público se reconocerá en muchas situaciones.

Los programas radiofónicos de los años 1950, las películas de Doris Day del Hollywood de los 60, las animaciones de Tom y Jerry, el musical de Broadway o determinados clichés operísticos son algunas de las referencias de Je suis narcissiste, que se ha traducido al alemán y se estrenará en una nueva producción en la temporada 2024/2025, un hecho singular en la historia de la ópera española.

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Q. P.

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Como explica su compositora, «componer la música de 'Je suis narcissiste' ha sido, hasta la fecha, la experiencia más hilarante de toda mi carrera», una partitura que «persigue acentuar la comicidad del libreto gracias al contraste y la sorpresa constante». Así, el resultado «no solo evoca de manera libre el pasado audiovisual y cinematográfico del Hollywood de antaño, sino que integra y transfigura otros géneros tales como el teatro musical (concretamente el de las décadas de los 40 y 60), el Ragtime, la ópera del Romanticismo…».

El color es el otro gran protagonista de esta ópera porque, como detalla la directora de escena, Marta Pazos, «me interesaba explorar lo que provoca psicológicamente el círculo cromático, lo que supone otorgar al color el protagonismo como elemento dramático dentro de la escenografía».

En sus palabras, 'Je suis narcissiste' «es una ópera de ritmo trepidante trufada de referentes del mundo del arte, un trabajo empapado de nuestro espíritu burlón, de nuestro bufón interior. Porque en la vida, como en el arte, hay que escoger entre sentir o entender. Y Clotilde no entiende muy bien lo que pasa. Dejémosla, al menos, sentir…».