El legado imborrable que dejó María Jiménez, más vivo que nunca en Sevilla

Una velada que consiguió poner los vellos de punta al público en reiteradas ocasiones, fue presentada por Alejandro Sancho, el hijo de María Jiménez. Aun con el telón cerrado a sus espaldas, Alejandro confesó que «estoy un poco nervioso. Impone estar delante de todos vosotros… Mi madre quería que con su nombre, su imagen y su marca recaudáramos dinero para acabar con el machismo, y así lo haremos esta noche. Gracias por formar parte de esto». Acto seguido, la voz de María Jiménez cantando vida comenzó a sonar por los altavoces.

A la altura del estribillo, la cortina se abrió para dar paso a los músicos sobre el escenario. Mientras saludaban al público con la mirada, uno de los tocados que utilizó la artista durante su carrera musical, a la izquierda del escenario, se iluminó. De fondo, la voz en off de María explicando lo que Sevilla -y Triana- significaban para ella.

Lo cierto es que, a lo largo del concierto, cada tocado se fue iluminando a medida que María Jiménez pronunciaba unas palabras.

Esperanza Soria fue la primera de las artistas que componían el cartel en aparecer. Lo hizo al ritmo de 'Te estás pasando', con un vestido negro aflamencado con lunares y flecos blancos, y con la misma fuerza con la que María Jiménez se subía a las tarimas.

Seguidamente, llegó Davinia Jaén pisando fuerte, con 'Sensación' y el rostro de María Jiménez ilustrado en la parte posterior de su capa. Sin duda, lo más llamativo de su actuación fue el cambio de letra que hizo en el penúltimo estribillo, dedicado a la protagonista de la noche: «Para ti María… Sensación lo que siento María por ti».

Otro tocado vio la luz en el mismo momento en que María hizo referencia a su infancia, cuyo testimonio terminó con un «¡te queremos, María!» y un «¡ole!» por parte de los asistentes.

A continuación, vestida de fucsia con un mantón blanco y bordados del color del vestido, Mari Peña interpretó 'Porque la vida es así'. Los palmistas marcaron el ritmo del tema, y sobre el escenario se vivió un momento mágico, sobre todo en ese último «muero por seguirte amando», que Mari pronunció desde lo más profundo de su corazón.

María Jiménez ha sido, es y siempre será un icono para todas las personas que la escuchan, incluso para las más jóvenes, como Ángeles Toledano. Tal y como la artista relató a este medio en la alfombra roja previa al evento, el destino quiso que Ángeles formara parte de esto, y fue capaz de transmitir su admiración por María Jiménez a la perfección a través de 'Huellas que se van'.

«Por las buenas soy buenísima, y por las malas, soy mejor», proseguía la voz de María Jiménez, dando paso a Joana Jiménez con 'Aquella (Cheque en blanco)'. Le siguió Argentina con 'Me muero, me muero', una canción a la que puso fin con la mano en el corazón mirando al cielo para despedirse.

La última actuación de esta parte recayó sobre Tamara. Vestía con un traje dorado con transparencias, sin duda, el atuendo perfecto para una canción tan sugerente como 'Tu nombre me lo callo'. Al terminar, la voz de María Jiménez volvió para reivindicar el acento andaluz e invitar a «todo el mundo a bailar conmigo».

Esta vez, fue el turno del Ballet Flamenco de Andalucía, donde cinco bailaoras taconearon y tocaron las palmas durante unos minutos, antes de seguir el ritmo de 'Amanecí otra vez'.

De nuevo, un off de la trianera sonó con una de sus frases clave: «Lo que más me gusta en el mundo es cantar». 'En la oscuridad', dos focos blancos y otros dos azules se encendieron para alumbrar a Mariola Cantarero, vestida de blanco, que sorprendió al público con su timbre acompañado por las teclas de un piano.

A modo de contraste, Diana Navarro llegó de rojo pisando fuerte: 'Con golpes de pecho'. La cantante y actriz no pudo evitar soltar un «María, te queremos» al final de su intervención. Después de una reflexión sobre la inocencia, María Toledo puso voz a 'Vámonos', empezando con un «Tirititrán trán trán» y terminando con un «va por ti, María».

Si hay algo que María Jiménez tenía claro es que «somos todos iguales porque, ¿qué es pero estar en un burdel o que tu marido vaya a un burdel?». La pregunta dio paso a 'Con dos camas vacías', donde Falete aparecía sobre el escenario con un tocado de pavo real, el mismo que estaba expuesto en el recibidor del Cartuja Center antes del inicio del 'show'. María Terremoto fue la siguiente en rendir homenaje a María, y lo hizo con 'Al alba rompí cadenas'.

«Aquí tenemos que hacer las cosas por bulerías y por tangos, el que no lo haga así, va de culo». Esa fue la introducción de 'Pero no sé si viviré', con Melody al micrófono. Sus pasos de baile desataron el aplauso del público, pero fue aún más fuerte el que recibió tras pronunciar «vas a estar en nuestros corazones. Artistas como tú hay muy pocas, y tú eres única».

A estas alturas, el concierto estaba llegando a su fin, y la Fundación María Jiménez se aseguró, a través de otra voz en off, de que el público se fuera sabiendo que la musa fue «siempre libre de espíritu». Sin embargo, el auténtico broche de oro lo puso el 'medley' en el que participaron todas las artistas. Trece mujeres sobre el escenario cantaron estribillos de tomas como '19 días y 500 noches', 'La lista de la compra' y, como no, 'Se acabó', de María. Fue un momento emocionante, pues el último «mi mundo es otro» lo cantó la mismísima voz de María Jiménez.

La noche terminó con un auditorio en pie gritando «¡Viva María Jiménez!» como si se tratara de una auténtica fiesta, algo que, desde el primer momento, la organización del evento dejó claro: 'Mujeres cantan a María Jiménez' sería algo más que un homenaje. Sería una «auténtica fiesta». Y no le faltaba razón. Seguro que María, allá donde esté, ha cantado, bailado, reído y llorado con este espectáculo.