Kiko Veneno y Derby Motoreta's Burrito Kachimba protagonizan una «verbena icónica» en Sevilla

Las puertas abrieron a las 19 horas, aunque el concierto no empezó hasta las 21.30. Para ser verano, apenas hizo calor, y parte del público aprovechó la buena temperatura para llegar con antelación y coger un buen sitio frente al escenario. Entre los asistentes reinaron los adultos de mediana edad, pero también jóvenes e incluso algún que otro niño acompañando a sus padres.

Poco después de que el sol desapareciera entre los árboles de la Avenida Isabel la Católica, la banda de Kiko Veneno desfiló por el escenario hasta llegar a sus respectivas localizaciones. Fue entonces cuando el artista apareció, desatando una ovación de gritos proclamando un nombre al unísono: «¡Kiko, Kiko!», a lo que el cantante respondió con un «¡así da gusto empezar! Ya veo que tenéis un ambientazo hoy. ¡Nosotros vamos a agudizar el punto que tenéis!».

La canción que dio el pistoletazo de salida a una noche llena de pop y rock andaluz fue 'Lobo López', y la fuerza del aullido final fue el augurio de que sería una velada inolvidable. Kiko estaba pletórico, y los sevillanos también. Aunque en la pista había una multitud de personas, no se llenó por completó hasta la mitad de 'Memphis Blues', la segunda canción. A estas alturas, muchos bailaban con los brazos arriba y meneaban el cuerpo de un lado a otro al son de la música.

Durante su actuación, Kiko dedicó un tema a la banda con la que compartía cartel, la misma a la que ha visto crecer. De esta manera, 'Traspaso' fue para «los Derby Motoreta's porque es un rock andaluz».

En pleno atardecer, cuando el cielo aún estaba azul y las nubes rosas se teñían de lila poco a poco, llegó la hora de interpretar 'Superhéroes de barrio', dando paso a Félix 'El rockero', que acompañaría al protagonista en 'Mi abanico de cristal', 'Puro veneno', 'Autorretrato' y 'Echo de menos', entre otras. Su despedida coincidió con la bienvenida de Miguel, artísticamente conocido como Dandy Piranha, uno de los componentes de DMBK, que se mostró profundamente emocionado: «A veces ni en sueños te imaginas lo que te puede pasar en la vida, voy a intentar no echarme a llorar. Adaptamos las letras de una canción que nos gusta mucho a los dos, que se llama 'Riders on the Storm'». Siendo una versión diferente a la original, de The Doors, Kiko y Dandy recibieron una lluvia de aplausos al terminar.

Su paso por el escenario culminó con 'Volando Voy' y miles de palmas siguiendo el compás. Kiko lleva más de 40 años dedicándose al mundo de la música, ¿cuántos conciertos habrá dado a lo largo de su vida? Probablemente haya perdido la cuenta, pero si algo quedó claro anoche, es que le sobran las tablas sobre el escenario.

La Plaza de España lo dio todo física y vocalmente. Ni siquiera permaneció en silencio durante los descansos y, entre canción y canción, algunos asistentes aprovecharon para recordar 'antiguas batallitas' de tiempos pasados, demostrando que las canciones de Kiko Veneno han sido -y siguen siendo- banda sonora en la vida de muchos.

Tras unos minutos de pausa, los integrantes de DMBK aparecieron sobre el escenario con una música triunfal, que resultó ser la introducción de 'Seis pisotones'. Un enérgico «¡Sevilla!» como saludo fue lo único que la banda dijo antes de tocar 'Porselana Teeth'.

En la música hay que saber diferenciarse, y DMBK optó por hacer referencia a su nombre incrustando el manillar de una motoreta en el trípode del micrófono de Dandy Piranha, el vocalista, algo que no se vio hasta que se encendieron las luces y que, posteriormente, se iluminó de azul. Otro elemento que dejó al público boquiabierto fue el juego de luces, sobre todo, durante los estribillos, cuando tanto los focos del escenario como los que iluminaban las diferentes partes del monumento parpadeaban al ritmo del rock andaluz.

Los 'kinkidélicos' hicieron saltar de manera incansable a la Plaza de España, y, como sabían que sería un show único, desde el primer momento quisieron dedicárselo a uno de sus maestros: «Esto es muy especial para nosotros. Muchas gracias por venir. Es un honor compartir escenario con Kiko Veneno, a quien le dedicamos el concierto», explicó Dandy. Según reveló en una entrevista el grupo sevillano a este periódico, Kiko es uno de sus «padres», algo que han demostrado -más allá que por dedicarle el concierto- sobre el escenario. Tras la actuación del 'rebelde del flamenco', los sevillanos pudieron comprobar la influencia que ha tenido en los sonidos, las letras y la manera de expresarse del grupo.

Anoche, se notó que el concierto fue especial, porque todos y cada uno de los artistas que pusieron un pie sobre el escenario dieron su cien por cien. Sin embargo, el público quintuplicó el porcentaje. Todos disfrutaron con la actuación de auténticas estrellas del pop y del rock andaluz.