Conciertos
Los Estanques y el Canijo de Jerez, la química musical de la amistad: «Ha sido un regalo, ya somos grandes amigos»
El próximo 12 de febrero, en sala Malandar, Los Estanques y el Canijo de Jerez pasarán por Sevilla en su gira 'Estamos listos para golpear' presentando su álbum 'Lágrimas de plomo fundido'
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónHan estado todo el verano juntos, entre salida del disco ('Lágrimas de plomo fundido'), promoción y festivales. Ahora, el Canijo de Jerez acaba de cerrar en Sevilla su gira con el G5, mientras que Íñigo Bregel está disfrutando de algunos días libres, tras ... haber estado encerrado en su estudio trabajando como productor de varios proyectos, entre ellos el próximo disco de Quentin Gas y Los Zíngaros. La llamada a tres la contesta primero Bregel, la cara más visible del grupo Los Estanques y uno de esos productores que está revolucionando la escena alternativa del rock de este país. Unos minutos después se conecta el Canijo a la llamada: «Perdonad, estaba con el niño y se me ha olvidado», confiesa el artista jerezano, que fue padre hace un poco más de un año.
De un tiempo a esta parte la agenda está muy apretada para ambos, pero lejos de agobiarse parece ser que tanto Canijo como Bregel lo están disfrutando como nunca. Tenían previsto presentar el disco en la capital hispalense el pasado 12 de octubre en el myplaylistfest, pero la noche antes de llegar a Sevilla recibieron una llamada anunciando su cancelación. No obstante, dentro de esta gira —'Estamos listos para golpear'— que los va a llevar por las salas del país, Los Estanques y El Canijo de Jerez pasarán el 19 de febrero por la sala Malandar.
Una fecha especial para la capital hispalense pues supondrá la presentación oficial de 'Lágrimas de plomo fundido', un disco que rebosa una energía y una química que ha encantado tanto a crítica como a público, y que ha unido a estos artistas en una sorprendente banda y una inesperada hermandad: «Totalmente», sentencia con rotundidad Íñigo Bregel. «Ha sido tal que así», reafirma el Canijo. «Ya somos como hermanos, tenemos mucho en común, aunque él sea del norte y yo del sur, él de Hendrix y yo de Camarón. Los dos somos amantes de la música de los 60 y 70, española y anglosajona, y tenemos referentes muy parecidos. Esta unión me ha sentado increíble, como un dedo en el culo».
Los Estanques y el Canijo de Jerez en Sevilla
-
Dónde: Sala Malandar
-
Cuándo: 12 de febrero
-
Horario: 21.00 horas
-
Entradas: 25 euros anticipadas (notikumi.com)
'Lágrimas de plomo fundido' es un disco que bebe del rock andaluz y del progresivo anglosajón y que hace un homenaje a todas esas referencias que ambos artistas comparten. En él encontramos canciones que son carne de directo con estribillos y pasajes contundentes y pegadizos, además de partes muy melódicas e incluso rumberas, una mezcla donde podemos encontrar tanto bulerías como distorsión. ¿Cómo nace esta unión? «Fui yo quien dio el paso», confiesa Bregel. «Estaba haciendo varias colaboraciones, temas con otros artistas en el local. Estaba en esa onda de conocer gente, otros artistas», relata. «Recuerdo pensar: voy a tirarle la caña al Canijo. Estaba ahí, al quite, porque es un grande y quería hacer algo con él, además tenía pinta de ser un tío de puta madre. Y lo es».
La propuesta llegó al Canijo, quien de inmediato le respondió con un tema que tenía previsto grabar con Miguelito (Dandy Piranha) de Derby Motoreta's Burrito Kachimba. «Lo escuché y dije: guau, vaya temazo», recuerda Bregel. «Ahí le mandé el tema, un tema que no tenía voz. Y nos moló tanto que quedamos para seguir trabajando las demás canciones mano a mano, junto con Andrés Conti, el batería de los Estanques». Para el Canijo la propuesta fue toda una sorpresa: «Se me salieron dos lagrimones como dos quesitos de Babibel», afirma entre risas, rememorando el momento. «Yo flipaba con ellos, con su música y sus discos. Así que cuando me mandaron 'El murmullo de los perros' me di cuenta de que ese era el sonido que llevaba toda mi vida intentando encontrar, en el que yo siempre me he inspirado: Triana, 'La Leyenda del Tiempo'», explica, haciendo alusión a la clara referencia melódica en el inicio de dicho tema a la legendaria canción de Camarón.
«Los patrones de batería de Los Estanques en esta grabación son como una bulería inusual. Pata Negra, Veneno, todo eso, pero con líneas de bajo, con teclados y coros muy de los Beatles, que es una gran inspiración para mí», detalla Canijo. «Creo que Los Estanques están tocados por esa varita mágica, por esa energía, sobre todo mi compadre Íñigo, que para mí es uno de los mejores productores de España… ¡y del mundo entero!», a lo que Bregel entre risas: «¡Ole, exagerado!». Para conseguir ese sonido —que les unía— han trabajado la producción siguiendo la «artesanía de las viejas canciones», que en palabras de Bregel empieza por hacer tomas enteras: «El tema está en tocar la batería y los instrumentos de la época, tocar el tema entero, diez veces si hace falta, sacar distintas versiones, pero todo el rato entero, para saber dónde estás en la canción. Como se hacía antes».
Ese color setentero, todo ese universo sonoro compartido, además de las referencias directas, es el resultado del trabajo de ambas partes por incorporar toda esa música que siempre les ha inspirado: «Ha sido de forma consciente, más que un homenaje. Nos queríamos poner distintos trajes para expresar lo que la canción requería en cada momento», explica el artista y productor cántabro. «Canijo también proponía el rollo de la canción, hacerla más trianera o más rockera, hemos ido tirando según encajaba pero sin querer homenajear. Más bien, vistiendo según nos venía bien, poniéndonos la camisa que mejor nos sentaba según el día».
Estas canciones partieron de letras que el Canijo de Jerez ya venía rumiando y que estaban guardadas en la maleta. «Es así, las tenía ahí guardadas y las hemos desarrollado a medida que hemos ido grabando el disco. Hemos ido tirando del hilo de ideas que tenía por ahí, a medio hacer, pero la creación fuerte se ha dado sobre la marcha», comenta el artista jerezano. «El esqueleto principal corría por parte del Canijo», confirma Bregel. «En la unión de estas letras con la visión de Íñigo no hay ni trampa ni cartón, ha sido lo que queríamos y lo que nos hacía sentir, lo que nos hacía vibrar. Y esa es una mezcla muy potente donde uno pone el aceite y otro el vinagre».
Esas primeras ideas que el Canijo tenía en su libreta venían sin vestir: no tenían ningún aire garrapatero, ni rumbero, por lo cual la propuesta de Los Estanques le vino como anillo al dedo: «Es verdad que me ha condicionado saber que iban a entrar en un disco con Los Estanques, a la hora de componer. A la hora de escribir no pienso mucho en eso. Cojo guitarra, boli, papel y escribo lo primero que me pasa por la cabeza, solo que normalmente lo convierto en rumba», afirma. «Cuando uno está escribiendo una canción y te metes adentro de escribirla, piensas cómo la vas a vestir, piensas en terminarla y ya después vendrá el traje que le pones al niño».
Más que un disco, una amistad
Este disco no solo los ha unido a nivel profesional, sino también personal. Una energía que se nota en el disco, pero también en el directo, y en las ganas de tocar juntos: «Somos ya grandes amigos», afirma el Canijo. «Completamente, ha sido un regalo», dice Íñigo, días antes de empezar su gira por las salas. «Mañana nos vemos y vamos a meterle fuego a la sala», afirma Canijo que no puede contener la emoción por volver a tocar estas canciones en directo: «Tengo unas ganas de vernos ya... Ganas de cantar, bailar y pasarlo bien».
Hay un brillo en los ojos de ambos cuando hablan del proyecto, en todas las entrevistas, vídeos y fotos que suben a sus redes. «Pienso que mi compadre y Los Estanques tienen una energía brutal, de llevar años tocando… Son más jóvenes que yo, que he vivido muchas cosas ya en mi vida, que me den un poquito de esa energía de vuelta es increíble. Tenemos esa energía de las bandas que es algo mágico, esa camaradería, compañerismo, esa intuición del directo que solo tienen los colegas y compadres de verdad, que se entiende con el brillo de los ojos y las miradas».
Esta nueva dinámica de banda, esa entrega por las canciones y el proyecto, da una dimensión nueva al disco que es palpable en el directo: «Eso es por las ojeras que tenemos, ¿no?», dice Bregel, bromeando. «Esos son los buenos piropos, cuando te dicen que esas cosas se notan». Canijo, por su parte, afirma que se ha sorprendido de la forma de trabajar del grupo, esa artesanía de las canciones, una forma de entender las canciones se palpa no solo en el disco sino en la energía del directo: «Los Estanques me han enseñado esta manera de trabajar, de hacer las cosas sin pensar en dinero ni honorarios, ni en el tiempo siquiera. Aquí Íñigo ha estado grabando el disco hasta las 5 de la mañana, hasta las 6 a veces, metiendo coros, grabando y yo al lado reventado, con ganas de acostarme y pensando: qué mamón, trabaja como un auténtico animal, un enfermo de la música, pero en el buen sentido».
Los Estanques, que tienen un disco grabado y por sacar y que aún no ha visto la luz, han dado prioridad a este proyecto porque sentían que era el momento de hacerlo. ¿Llegarán más momentos en el futuro de hacer algo de forma conjunta? ¿Seguirán tirando del hilo, disfrutando de esta química? «Creo que sí, por supuesto», responde sin dudar el Canijo. «Como todo en la vida, el tiempo lo dirá. Pero estamos muy a gusto juntos». Bregel confirma: «Estoy asintiendo con la cabeza aunque no lo veáis», dice al otro lado del teléfono. «Queremos que esto perdure. Hoy en día, sacas la música un viernes y el domingo está anticuada. Nosotros no creemos en eso. Los discos deberían llegar para quedarse, como ha pasado toda la vida. Estamos muy contentos del resultado, de como lo está recibiendo la gente, todo eso nos motiva a seguir con este proyecto, por supuesto».
La idea es seguir tocando en festivales, incluso en el extranjero, de cualquier sitio que les llamen. «Es un regalazo poder hacer algo así, huyendo de etiquetas, investigando, irte al norte, al sur», afirma Canijo quien, antes de colgar, pregunta a Bregel por el concierto del día siguiente: «¿A qué hora llegas tú?». Bregel saldrá de madrugada de Madrid: «Dormimos en la furgo y llegamos de mañana». A lo que el Canijo responde con ese ímpetu que demuestra que, en efecto, en esta hermandad no hay ni trampa ni cartón, sino pura ilusión: «Nos vemos para echar la cervecita del mediodía entonces, hermano, ¡qué ganas de veros!».
El próximo 12 de febrero llegarán a Sevilla, a la Malandar, el enclave perfecto para disfrutar de esa comunión que esta inesperada banda parece vivir con el público: «Este veranito ya nos habíamos percatado de que este proyecto le gusta a la peña. Algo bien estamos haciendo», comenta el Canijo. «La gente está empezando ya a corear los estribillos de las canciones en los conciertos y eso que llevamos pocos conciertos desde que ha salido el disco, pero ahora empezamos fuerte en salas, donde ves el sudor en las caras de la gente, el brillo de los ojos, ahí se ve a quién le mola y a quién no». Bregel lo confirma: «Venimos fuertes, engrasados y a tope». No cabe duda: están listos para golpear.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete