Crystal Fighters: «El amor y la compasión son la respuesta a los conflictos internacionales»

Este sábado llegan a Sevilla para brindar un concierto en la Sala Custom, donde presentarán las canciones de su álbum más reciente, 'Light+', un trabajo que supone el regreso de la formación de pop electrónico al sonido que sus fans de todo el mundo conocen, «una celebración de la vida y de la luz que hay en cada uno de nosotros y que brilla en la oscuridad».

Antes de subirse al escenario de la conocida sala ubicada en el polígono Calonge, Sebastian Pringle (voz principal y guitarra) atiende a este periódico. Cabe recordar que la cita de este fin de semana en Sevilla estaba prevista inicialmente para el pasado mes de febrero, pero debido a que precisamente Pringle había contraído la malaria durante un viaje a Ghana tuvieron que posponer toda la gira, incluyendo su visita a la capital andaluza. Ahora, completamente restablecido, llegan dispuestos a llevar a sus fans a un viaje «a través del sonido y la emoción».

- La originalidad y la energía a raudales de los directos de Crystal Fighters no suelen dejar indiferente. ¿Qué les espera a los sevillanos que vayan a la Sala Custom en noviembre?

- Es un verdadero placer estar una vez más en Sevilla. Es una ciudad tan hermosa y con tanta cultura e historia que nos sentimos muy honrados de tocar aquí. Como siempre, aportaremos toda nuestra fe y energía al espectáculo y llevaremos a la gente a un viaje a través del sonido y la emoción.

- Hace justo 11 años, en septiembre de 2013, montaron una auténtica fiesta en la propia Sala Custom. ¿En qué ha cambiado un concierto de Crystal Fighters respecto a aquel de 2013 en Sevilla?

- Nuestro show en vivo siempre está evolucionando y seguro que los sevillanos sentirán un mundo completamente nuevo en nosotros en comparación con 2013. Desde nuevos miembros, hasta nueva música y nueva energía, estamos muy emocionados de volver para compartir con todos ustedes.

- Después de cinco discos y multitud de cambios y giros musicales, ¿a qué suena Crystal Fighters?

- La banda suena como nosotros, ni más ni menos. No podemos controlar la música que sale de nosotros, eso lo hemos llegado a aceptar. Nuestro sonido es solo el intento de condensar todo lo que vemos de la música actual a través de nuestra lente.

- En este disco parece que vuelven a sus sonidos más identificativos. ¿Necesitaban volver al punto de partida o es un simple cambio más de los tantos que ha tenido la banda?

- Revisamos intencionadamente algunas técnicas del pasado (mezclando géneros, mezclando lo antiguo y lo moderno) para este álbum. Sentimos que queríamos profundizar más en este desafío que nos propusimos hace muchos años.

- No obstante, el mestizaje de vuestra música es absolutamente real, no es ningún slogan. Es un aspecto completamente innegociable en un álbum de Crystal Fighters, ¿verdad?

- La realidad suele ser una percepción y lo reconocemos cada vez que hacemos música o abrimos la boca. Si tuviéramos un eslogan podría ser como tú dices: «algunos aspectos no son negociables». Es decir, esa mezcla del habla, de humanidad, alegría, dolor, equilibrio, antiguo, moderno.

- Una de las señas de identidad es viajar por todo el mundo y captar sonidos. ¿Se han planteado alguna vez incluir en su música algún matiz del sur de España, del flamenco concretamente?

- Oh, sí, amamos el flamenco y estamos asombrados por gran parte de esa increíble música que nació en el sur de España. A lo largo de nuestra carrera siempre hemos intentado incluir influencias flamencas, más si cabe cuando escribimos nuevos temas.

- Este último disco cuenta con canciones tan brillantes como 'End the suffering', un tema relajadamente bailable repleto de positividad. No obstante, no es fácil aplicar la receta que proponen para acabar con el sufrimiento «mientras los incendios forestales arden brillantes». Cada vez cuesta más encontrar esas gotas de rocío metafóricas a las que hace referencia la canción.

- Sí, por supuesto que hablamos de eso, de un cambio en el clima del mundo, disfrazado de canción de amor. Viviendo en el sur de la península vemos estos incendios forestales todo el tiempo y rezamos, pero es un fenómeno mundial y algo sobre lo que solo podemos expresar nuestra preocupación a través de la música, pero en la vida real también intentamos trabajar con tecnología y técnicas modernas para hacerlo. Tenemos que asegurar que haya suficiente agua para todos.

- 'Simplecito', el corte con el que arranca su disco 'Everything in my family' (2016) y que muestra palabras grabadas en una sesión de meditación en Perú, ¿puede ser lo que mejor refleje la actitud y el concepto artístico de Crystal Fighters?

- Sí, las palabras que dijeron esos chamanes peruanos me parecieron muy relevantes. Me dejaron grabar su discurso esa noche y, mirando hacia atrás, siento como si supieran que la grabación estaba destinada a alguna plataforma fuera de su esfera habitual. Las palabras son tan simples pero profundas y se pueden aplicar en muchas situaciones. A menudo todavía sus enseñanzas vuelven para guiarnos cuando estamos un poco perdidos.

- En muchos aspectos, la filosofía de la banda parece nutrirse del movimiento hippy de los setenta. ¿Piensan que la música puede ayudar a hacer un mundo mejor?

- Sin duda, la música puede hacer un mundo mejor. No sólo la música en sí, sino la energía de la música que puede ser un acompañamiento y una banda sonora para quienes realizan cambios realmente positivos en el mundo. Por supuesto, cuanto más nos da la música, más tenemos que aportar a las causas necesitadas.

- En ese sentido, en un mundo tan crispado como el actual, con tanta tensión, tanta violencia, tanto conflicto, ¿cree que un concierto de Crystal Fighters sentaría muy bien a algunos políticos?

- Para ser honesto, lo que necesitarían sería sentarse unas cuantas noches en una de esas sesiones de meditación peruanas de las que hablábamos antes. Y sí, un concierto nuestro también podría ser bueno. La política es muy complicada y muchos de sus conflictos se remontan a generaciones, si no milenios. El amor y la compasión son la respuesta y cuanto más podamos ver eso en la política, más esperanza tendremos.

- La banda cuenta desde su inicio con miembros españoles e influencias de la música folclórica vasca. ¿Se han planteado en alguna ocasión publicar un disco en castellano?

- Absolutamente. Tenemos un álbum en español en proceso que se está revelando como un desafío hermoso e inspirador para nosotros después de tantos años en inglés. Esperamos poder lanzarlo dentro de uno o dos años.