Un salto por aquí, una voltereta por allá y, de repente, al suelo. Una estrepitosa caída que ha despertado las alarmas y que ha hecho que Natalia se quedara boquiabierta: «Me he quedado un poco en shock». Él ha tratado de disimular y le ha dicho que los nervios le habían jugado «una mala pasada». Ella, que es agente de seguros, una madrileña de 29 años, ha tratado de disimular pero entre bambalinas ha sido clara con el equipo: «Se ha caído y bueno, he intentado salir del paso».
Él rápidamente se levantó y trató de recomponerse, diciendo que estaba «perfecto», pero la gran sorpresa ha venido después del numerito. Y ese apelativo se lo ha ganado a pulso, porque Anxo, que actualmente ejerce como ingeniero mecánico, fue en el pasado especialista de cine, tratando de «profesionalizar mi torpeza», de ahí que se le de bien «caer», ha llegado a afirmar. Al escucharlo, la joven se ha reído y lo ha dicho claro: «Me la ha colado, me lo he creído todo».
Una cita «ejemplo de superación»
Tras este comienzo algo accidentado, fuera más o menos ensayado, han pasado a la mesa, para conocerse mejor, y tras las risas iniciales todo ha empezado a ir como la seda. Se han contado el uno del otro y probablemente la confesión más importante ha sido la de Natalia, con un diagnóstico de esclerosis múltiple. «Al principio fue horrible, pero no me duró más de dos días. Súper que tenía que salir adelante». Anxo ha quedado maravillado por la personalidad y el optimismo de la joven, para él «un ejemplo de superación».
La cita ha seguido con normalidad y ambos han compartido risas y confidencias, así como aficiones. Ella disfruta saliendo a correr y es muy dada a valorar los pequeños momentos de la vida. Él tiene una filosofía similar y ha llegado a comentar que le encanta ir al mercadillo a comprar fruta.
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