«Abandonar perros en España es casi como comer jamón»

Cuenta César Millán, que atendió a ABC por teléfono desde las Américas, que en su primera visita a España le sorprendió el abandono de los perros (unos 100.000 cada año). «Pregunté si era algo normal y me contaron que cada verano ocurría con frecuencia, que no era un fenómeno reciente, sino lo normal, casi como comer jamón».

En Estados Unidos también se da el fenómeno inverso. La gente con dinero los mima como si fueran sus hijos y les dan lujos que pueden llegar a resultar ofensivos: «Antes abandonan a los humanos», asegura. «Aquí se les deja dinero en herencia. Los humanos trabajan todo el día y se sienten culpables por dejar al perro solo tanto tiempo . La forma de hacerse perdonar es comprarle juguetes, ropa, se les bautiza. Si el dueño es judío, acabará teniendo su fiesta judía...».

Millán conoce bien a los amos más adinerados, porque ha adiestrado a los perros de algunas estrellas de Hollywood, como Oprah Winfrey, Will Smith, Scarlett Johansson y Nicolas Cage. ¿Son igual de caprichosos que ellas? «El perro siempre va a imitar a su amo. Es el reflejo de lo que ve. Si vive con una persona caprichosa, se vuelve caprichoso. Es el espejo del comportamiento humano», responde. ¿Entonces es verdad que se acaban pareciendo? «Física y espiritualmente».

Los perros recogidos para el programa tienen un problema común, explica el entrenador: « No tienen confianza en los humanos. Se vuelven ariscos, porque tienen miedo . Pero el humano no conoce las causas y lo confunde con agresividad. Cuando el perro no confía, se protege y la gente solo cree lo que ve. Pero la agresividad es el síntoma, no el problema». Pese a todo, insiste en que «no es difícil curarlos». «Para nada, compadre, aunque cuando haces un show de televisión y tienes poco tiempo, necesitas la ayuda de Dios y las 24 horas del día. En el episodio con Jesús Calleja, te juro que no vi la posibilidad de que el perro escogido trabajara. Pensé: no soy un encantador. Fue un milagro».

El siguiente paso es entrenar a las familias: «Tampoco es difícil. Cuando encuentras la compatibilidad, el perro que les conviene, es lo más natural. No lo puedes explicar, es algo que sientes por dentro. Debes saber cuándo dejar de jugar y empezar a dar otro tipo de instrucciones».

¿Y cómo se venden tres millones de libros? «Nació de una necesidad de aprender. Cuando este inmigrante llegó y les mostró la forma de enseñar, se produjo una aceptación. En México la gente se siente orgullosa de que yo enseñe a los gabachos , como decimos. Tenían la necesidad de aprender la simplicidad. Trato al perro como un perro y empieza la magia». No siempre fue fácil: «Claro que hubo resistencia al principio. Pero si un español o un mexicano tienen fe, su cultura, la fuerza de la familia, el orgullo... no hay quien te pare. Solo terminé la escuela secundaria, pero sentí que podía enseñar a esta cultura y después al resto del mundo».