Para morirse

Ha aparecido un ascensor secreto, pero tiene que ver con la historia del edificio Arconia (el Belnord, en la realidad). No es diabólico como el ascensor de ‘Evil’ (que vuelva ya, demonios, que en Estados Unidos ya lo ha hecho). Aunque en ‘Solo asesinatos en el edificio’ se pregunten si lleva al infierno por lo mala que era la muerta, ya que el ascensor está en su casa, como aquella habitación secreta de Bizcochito en ‘Ally McBeal’.

Sale Cara Delevingne (peinada como la novia de la hija en ‘Todo a la vez en todas partes’ o como Rociito antes de cortarse el pelo como Sonsoles Ónega). Y otra sorpresa, Michael Rappaport al principio como policía tonto, casi tan tonto como en ‘Granujas de medio pelo’, cuando elogiaba la inteligencia de Woody Allen: «Todos somos listos, pero él lleva gafas» .

Aunque no tan tonto como Marta Kauffman, creadora de ‘Friends’, que va a donar cuatro millones de dólares a una universidad con estudios africanos porque se siente avergonzada por la poca diversidad de ‘Friends’. En ‘Solo asesinatos en el edificio' pensarán que la cuota diferente la cumple Selena Gomez, que se ve tan blanca como los dos señores mayores.

Por todo lo que llevamos visto en los últimos tiempos, parece que es más fácil hacer drama que comedia. Es más habitual que cuaje un drama que una comedia ( pese a ‘Hacks’ o ‘Julia’, que tiene más de media que de dra). Pero lo de Martha Kauffamn parece un 'sketch' de Amy Schumer.