«Madres», el otro punto de vista de las series hospitalarias

«Madres» , serie que ella protagoniza y que hoy llega a Amazon Prime Video , aborda las historias, las relaciones y los conflictos de un grupo de mujeres que atraviesan una dura etapa vital con un nexo común: sus hijos están enfermos y reciben tratamiento en el mismo hospital.

«Cuando tienes un hijo con una enfermedad que requiere estar muchos meses hospitalizado, cuando pasas esa puerta, dejas de ser lo que eres. Periodista, abogada o cajera, da igual. Pasas a ser solo madre», explica. La ficción, creada por Aitor Gabilondo («Vivir sin permiso») y con un equipo mayoritariamente femenino, reúne a un variopinto grupo de mujeres que ven cómo sus prioridades se modifican por completo sin que ellas puedan hacer nada. «Tu vida cambia totalmente. En el exterior siguen ocurriendo cosas, pero dentro del hospital se crea otra realidad, se forma otra familia», añade Rueda. Una realidad que completan Aida Folch, Rosario Pardo, Carmen Ruiz y Carla Díaz.

Juntas en esta burbuja, afrontan la incertidumbre de un diagnóstico, la relación con los saniarios y las consecuencias del inexorable paso del tiempo que fuera, en el mundo exterior, avanza sin compasión arrastrando con él trabajos, parejas y amistades. «Lo verdaderamente importante pasa a ser que tu hija haya engordado 100 gramos o que que tu hijo tenga buen humor», añade.

Pese a que la premisa de «Madres» se antoja triste, este grupo ha conseguido abordar esta situación con una sonrisa en la cara. «Ha sido un rodaje muy emotivo y divertido , porque hemos conseguido formar nuestra peculiar familia. Secuencias que nos habían llegado en un tono más dramático, le hemos dado esa luz, ese optimismo y esa esperanza que realmente, cuando estás en los hospitales, es necesaria», reconoce.

El proyecto le llegó con una llamada en tono prudente de Aitor Gabilondo , creador del proyecto. «Fue muy cauto porque, sabe que yo esta situación la he vivido personalmente », cuenta la actriz, cuya primogénita falleció a los 11 meses tras nacer con una cardiopatía que la obligó a estar ingresada durante mucho tiempo. «En esos momentos, hay una cosa que agradeces muchísimo. Cuando llega alguien que sabe de eso, te coge de la mano y te dice “ven, vamos a intentar positivizar las cosas y ver cuáles son las opciones”, te centra porque no estás sola», añade. «Sé que es muy difícil valorar lo realmente importante cuando entras en la rueda del día a día, pero ojalá no tuviéramos que vivir algo así para llegar a esa conclusión».