Bardem se lleva la «camella blanca» del Festival de Cine del Sahara
Un año más los campamentos de refugiados en el desierto argelino se convirtieron en sala de proyecciones al aire libre
TExto y foto: LUIS DE VEGA
El Festival Internacional de Cine del Sahara (Fisahara) cerró en la noche del sábado su novena edición en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (sur de Argelia) . Se otorgó el primero de sus premios al documental « Hijos de las Nubes, ... la última colonia», dirigida por Álvaro Longoria y producida por Javier Bardem. A casi nadie sorprendió la decisión del jurado después de la carrera emprendida en los últimos años en defensa de la causa de los saharauis por el actor español, que acudió a este festival en 2008. Su empeño para desatascar el conflicto queda reflejado en la cinta ganadora.
La camella blanca que representa el galardón suele ser entregada a la familia de refugiados que acoge a los protagonistas o al director de la cinta, pero en esta ocasión ni Bardem ni Longoria estaban presentes. Por eso se decidió entregar el animal –lo hizo la actriz Aitana Sánchez Gijón - a las Fuerzas de Seguridad que han velado por los asistentes en el campamento Dajla.
Los militares, del Frente Polisario y de Argelia, han sido más numerosos en esta edición tras el secuestro en estos campamentos el pasado octubre de tres cooperantes, los españoles Ainhona Fernández y Enric Gonyalons y la italiana Rosella Urru , que siguen en manos de un grupo terrorista en Malí.
Como cada año Fisahara, dirigido por el actor Guillermo Toledo , cuenta con varios rostros conocidos entre sus invitados. Este año han asistido, y de paso convivido en casa de los refugiados saharauis, los actores Juan Diego Botto, Sánchez Gijón, Malena Alterio, Jordi Aguilar o Eduard Fernández, entre otros.
«Pasividad criminal»
La ONU demuestra«una pasividad criminal ante los constantes abusos a los derechos humanos» de las autoridades de Rabat, dijeron los invitados a Fisahara en un comunicado que fue leído en el acto de clausura por Eduard Fernández. Hace pocos días el Consejo de Seguridad volvió a impedir que entre los mandatos de la Minurso, la misión de la ONU en el Sahara, esté el de ocuparse de los derechos humanos.
El texto sacude también la memoria de España, a la que acusan de abandonar a los saharauis y que sigue siendo sobre el papel potencia administradora del territorio en disputa, o de Francia, aliado indispensable de Marruecos en el conflicto.
Marruecos es el «amante» al que nunca traicionarán pase lo que pase en el Sahara Occidental, dejan claro algunos antiguos miembros del Gobierno francés en el documental producido por Bardem y que los refugiados y asistentes pudieron ver en la apertura de Fisahara.
No sorprende tanto la negativa de las autoridades del reino alauí a aparecer ante la cámara o la de la mayoría de mandatarios españoles, que suelen dar su verdadera opinión únicamente entre bambalinas. Sí sorprende la ausencia de testimonios de periodistas españoles, frente a franceses o argelinos, a pesar de que son numerosos los que han cubierto el conflicto desde hace décadas.
Homenaje flamenco
Autobautizados como los «Crosby, Still and Nash de las Dunas», El Canijo de Jerez (ex Delincuentes), Juanito Macandé (ex de Radio Mancandé) y Tomasito terminaron a coro «Sahareando» sobre el escenario, es decir, entonando la canción que han compuesto estos días de festival durante el que han llegado incluso a grabarla en un vídeoclip. Flamenco con el toque guasón marca de la casa en homenaje a las decenas de miles de refugiados que malviven en estos campamentos levantados en territorio prestado por Argelia desde hace casi cuatro décadas.
Fisahara es el único festival de cine del mundo que tiene lugar en un campamento de refugiados y la sala principal de proyecciones se improvisa en medio del desierto. Según sus organizadores, tiene como finalidad dejar de celebrarse en mitad del pedregal cuando los refugiados saharauis puedan regresar a su tierra, ocupada por Marruecos desde que España abandonara su colonia en 1975.
Todo apunta a que la comunidad internacional seguirá ignorando un conflicto con pocos muertos y, de momento, sin petróleo. Por eso Fisahara se seguirá celebrando, casi con seguridad, muchos años más.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete