OJO DE HALCÓN
El PSOE pelea un eje Sevilla-Málaga para el 28M
Ribera ha vuelto al tono faltón descalificando a Juanma Moreno como un señorito andaluz acosador. Los Alcornocales sufre una plaga devastadora pero allí no rige el «Doñana no se toca»
En las elecciones también hay batallas que se ganan y se pierden antes de librarlas, como apuntaba Sun Tzu en El arte de la guerra. Al empezar la campaña, las dos plazas bajo los focos eran Sevilla y Granada, dos frentes claves para que al ... PSOE no se les desmoronara Andalucía. Sin embargo, Ferraz ha sacado Granada de su agenda, asumiendo que Marifrán Carazo va lanzada al triunfo. Y han metido Málaga. Sánchez ha pasado dos veces por allí, y hasta siete ministros. Sus datos internos, no precisamente de la factoría Tezanos, les dicen que hay partido. Esa batalla sí la van a librar.
En Sevilla, su alcalde quiere una campaña personal sólo sevillana; en Málaga, no pueden actuar así con Dani Pérez. Los socialistas saben que su mayor debilidad, frente al titánico Paco de la Torre, está en el candidato, un tipo encantador pero algo bisoño al que habían destinado inicialmente a perder. Ahora pelean y hay que pelear con él. De ahí que haya tenido el apoyo de Pedro Sánchez, Grande Marlaska, José Manuel Albares, María Jesús Montero, Miquel Iceta, Félix Bolaños o Raquel Sánchez para darle visibilidad relevante, y esta semana repetía Pedro Sánchez con un mitin, y de nuevo Isabel Rodríguez para repetirle que «cuenta con el apoyo del Gobierno de España». Es el mensaje.
Sevilla es el gran icono para el PSOE, su mayor capital, pero Málaga les aporta también mucho valor añadido: la sexta ciudad de España supone un botín valioso; la derrota de un símbolo como De la Torre hace más valioso el botín; y la posibilidad de tener las dos grandes ciudades andaluzas, Sevilla y Málaga, como contrapeso a la Junta en Andalucía, es muy tentadora. De momento Yolanda Díaz, qué casualidad, en su ruta de campaña incluye dos citas andaluzas: Sevilla y Málaga, en ésta con Garzón. El PSOE necesita que no se desmorone el voto de extrema izquierda porque no se trata de ser el partido más votado, sino de sumar para tener el poder. Y hacerse con Sevilla y Málaga convertiría en éxito el relato del fracaso.
Quema(rse)
Siempre hay que cuidar, sobre todo en campaña, los mensajes de carga simbólica. Son de alto riesgo. Y en plena sequía, con el campo en la ruina, el presidente preparando a la ciudadanía para restricciones en septiembre, las guerras políticas del regadío con epicentro en Doñana... el mensaje de pedir agua cuando los romeros atraviesen el Vado del Quema camino del Rocío es muy peligroso. Por supuesto, las críticas han tenido mucho de oportunista y de simplistas, obviando que no se pide el agua para gastarla de romería sino que el desembalse de riegos coincida con el paso por allí, pero con este oportunismo hay que contar en una campaña electoral. Para los medios nacionales, era fácil vender un relato de frivolidad y casi delirio. ¡Agua para las fotos del Rocío! Teresa Ribera, la ministra, ha vuelto al tono faltón tras haber descalificado a Juanma Moreno como un señorito andaluz acosador, y ahora lo acusa de querer «ponerse una medalla». Pero se lo habían puesto fácil a Moncloa para advertir que se no se puede presionar con la sequía y pedir agua para el Rocío. El problema de manejarse con lo simbólico es que casi siempre escapa al control, advertía Camus en su Sísifo.
En Doñana, el Gobierno ha establecido el marco: «Salvemos Doñana de la derecha». Toda una manipulación de la realidad después de años sin cumplir las normas europeas allí y de hacer poco por Doñana. Pero en política, la realidad y el relato son planos a menudo desconectados. Esto no va de Doñana sino de votos. Por eso Teresa Ribera, otra vez con tosquedad arrogante , le ha dicho a Juanma Moreno que lo suyo «a la papelera» sin más, cuando el presidente andaluz ha hablado de posponer el debate y negociar la solución. Se ve que les conviene el tono a cara de perro. Desde Vox, han aprovechado también para cuestionar la determinación del presidente andaluz que les disputa el voto agrario. Es lo que hay. Entretanto, el parque de Los Alcornocales está sufriendo una plaga devastadora pero allí no rige el «Doñana no se toca», como contaba atinadamente Manuel Contreras. El Gobierno se niega a actuar ante una amenaza que ya afecta a casi la mitad de ese parque extraordinario; y Sánchez no irá en el Falcon a hacerse una foto. Al parecer Los Alcornocales no da votos.
El paro de Schrödinger
En el PP van a tener que afinar: ¿se crea o no se crea empleo? Lo que no cabe es sostener a la vez que sí y que no, como el gato de Schrödinger del célebre experimento cuántico que estaba a la vez vivo y muerto. De momento en esas están. Por un lado, Juan Bravo, el brillante ex consejero andaluz de Hacienda que ahora ejerce de responsable de Economía en Génova, reprochaba que «no se crea empleo» sino que «se reparte y se maquilla»; por otro, Juanma Moreno y Ayuso se vanagloriaban de los datos magníficos de sus comunidades, porque Andalucía y Madrid ofrecían de largo los mejores datos. Juanma Moreno enfatizaba que «somos la comunidad que más reduce el paro este mes» para concluir que «Andalucía demuestra una vez más que puede ser líder y avanza en la buena dirección». Y esto no es compatible con sostener que los datos son falsos. No se puede presumir de crear más empleo que nadie y a la vez sostener que «no se crea empleo». Con esa contradicción se lo ponen demasiado fácil a Escrivá, encantado de bajar al barro tuitero, porque además gasta un cuajo colosal para negar lo obvio, incluso sosteniendo que la Seguridad Social funciona con normalidad.
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