Notariado y transformación digital

Se trata de un volumen de incentivos importante para un desafío más relevante aún, el de la modernización del tejido productivo español, que tiene en la transformación digital una de sus desafíos cruciales. Constituye, por tanto, una prioridad pública no solo que micropymes y autónomos conozcan estas ayudas y tengan el estímulo de solicitarlas, sino también que puedan hacerlo de la manera más fácil posible, favoreciendo la celeridad y agilidad de los procedimientos, velando al mismo tiempo por el cumplimiento de todos los requisitos comunitarios y evitando el fraude en la obtención de unos recursos públicos sobre los que deben establecerse las mayores garantías posibles de un uso adecuado, justo y eficiente.

Precisamente para todo ello desde la institución notarial se va a proporcionar a la entidad Red.es, encargada de la gestión de esas ayudas, información que le facilitará el control de los requisitos que deben cumplir tanto los potenciales beneficiarios como los proveedores acreditados para prestarles los servicios para su digitalización. Una colaboración que es posible gracias a la transformación tecnológica que el Notariado español emprendió hace ahora veinte años y que es la que nos ha venido permitiendo colaborar de forma muy relevante y eficaz con las administraciones públicas en el control y prevención de delitos como el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo y el fraude fiscal.

A pesar de que, a veces, de forma falaz, se enfrenta la modernización tecnológica con la institucional notarial, lo cierto y verdad es que esa confrontación no se da ni en la teoría ni en la práctica. No existe tecnología alguna, ni la habrá en el futuro, que pueda sustituir las funciones que desarrolla un notario y, muy especialmente, aquellas que se refieren al control de la legalidad del acto o negocio que se formaliza, al asesoramiento jurídico imparcial a las partes, al discernimiento sobre la capacidad y legitimación de los otorgantes y al apoyo institucional que el notario presta a las personas que lo necesitan para formar y expresar su voluntad. Por ello, lejos de ver con recelo o sospecha el avance digital, los notarios no vemos más que complementariedad y potencialidad en la integración de la tecnología con nuestras atribuciones. Y el fruto de esa convicción es que hemos apostado decididamente por nuestra propia digitalización y por contribuir con ella al desarrollo general de la cultura digital.

Nuestra apuesta por la tecnología no ha sido, pues, retórica, sino con hechos y una gran inversión económica. Y tiene su materialización concreta en la creación de una estructura tecnológica única en Europa, la sede electrónica notarial, desde la que los 480 notarios de Andalucía y los casi 3000 de toda España venimos realizando millones de gestiones telemáticas, ahorrando burocracia, tiempo y dinero a ciudadanos y empresas. Anualmente, a través de esa sede electrónica notarial, se envían unos 8 millones de copias electrónicas de documentos notariales a las Administraciones, cerca de 2,5 millones a los registros y al catastro, cientos de miles de liquidaciones telemáticas de impuestos, certificaciones o remisiones de datos, y por los canales seguros del Notariado circulan más de treinta millones de copias de documentos electrónicos.

El acuerdo recientemente firmado para facilitar la tramitación ágil de las ayudas a la digitalización va en esa misma dirección y supone capitalizar para un nuevo uso esta capacidad tecnológica notarial. Tanta importancia concedemos a la transformación digital y tan decisiva la consideramos para el futuro de la sociedad que recientemente hemos abierto nuestra sede electrónica a ciudadanos y empresas, ofreciendo nuevos servicios como designar telemáticamente al notario que nos asesorará y autorizará nuestro préstamo hipotecario, solicitar el envío y depósito en repositorio seguro de las copias simples de nuestras escrituras públicas, iniciar la tramitación de nuestro testamento o realizar los trámites necesarios para constituir una sociedad.

Y esto es solo el principio. Cuando el regulador nos lo permita, los notarios estaremos igualmente en condiciones de realizar otras operaciones como la autorización por videoconferencia de pólizas de crédito o poderes, o la constitución íntegramente on line de sociedades. En definitiva, estaremos en condiciones de dar la adecuada respuesta notarial a cuantas demandas sociales y empresariales vayan planteándose en relación con la transformación digital, sin merma alguna de la seguridad jurídica y el control de la legalidad que siempre garantiza la actuación notarial.

María Teresa Barea es decana del Colegio Notarial de Andalucía