Suscríbete a
ABC Premium

Hooligans

El arte, la literatura, el cine, tienen un poder transformador de la sociedad indiscutible, pero dudo de su capacidad si se llevan al paroxismo

Rocío Vázquez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La polarización ha llegado a la cultura. Mucha más extrema que en los primeros tiempos de la pandilla de la ceja que se juntó para apoyar a Zapatero y resurgida con nuevos bríos contra la indiscutible barbarie de la guerra entre Hamás e Israel en ... Gaza. En realidad, Palestina siempre ha sido el pañuelo que aprieta las causas de la izquierda política de este país, fagocitada ahora por Pedro Sánchez y sus gregarios, y los directores, actores, artistas y algunos escritores se han visto en la obligación de hacer activismo de palabra con el convencimiento de que son ejemplos a seguir, de que sus opiniones sectarias valen más que las de cualquier otro ciudadano. Desconozco el poder que han tenido Bardem y otras personalidades célebres, además de la flotilla, para lograr el alto al fuego en la franja, pero valoro siempre los mensajes de paz, los conciliadores, los que reparten las culpas y exigen a ambas partes las responsabilidades. Rechazo, sin embargo, la moralina, el ruido y el eco, el discurso maniqueo, los ataques 'ad hominen'. El arte, la literatura, el cine, tienen un poder transformador de la sociedad indiscutible, pero dudo de su capacidad si se llevan al paroxismo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia