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tribuna abierta

Adiós a la ciudad malvada

Pronto la ciudad narcótica, ebria de romero, plegará las alas de sus orillas bajo la vela de los patios

José María Jurado

DE la feria al Corpus, Sevilla es una ciudad malvada. A principios de junio, con la aparición de las primeras magnolias eucarísticas, se restaura el orden natural de la luz y vuelve a ser la «ciudad de nácar y espuma» que cantara Juan Ramón Jiménez. ... Pero antes, que por mayo era por mayo, el árbol amatista de las jacarandas hacía ondear al viento su exuberancia tropical sobre las frondas y extendía una alfombra violeta y persa sobre los adoquines grises de Gerena.

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