Comentarios reales
Volver a los 16, después de votar un siglo
¿Por qué se alienta que las niñas de 16 años aborten sin conocimiento de los padres? Porque la verdadera razón no es el aborto, sino la insumisión como simulacro revolucionario
En su búsqueda de «nuevos proletariados», volvemos a escuchar la monserga de darle el voto a los jóvenes de 16 años. Lo contradictorio y lo lisérgico es que los promotores de semejante propuesta son los mismos que se oponen a que a los 16 años ... se pueda presenciar una corrida de toros. Son los mismos que promueven un control de las redes sociales argumentando que a los 16 años la vida puede confundirse con una «story». Y se trata de los mismos que condenan los aumentos de pecho en la adolescencia, porque las jóvenes de 16 años son víctimas de la «cosificación neoliberal» del cuerpo femenino.
Tengo clarísimo que no es igual buscar nuevos votantes que buscar «nuevos proletariados». ¿Por qué se alienta que las jóvenes de 16 años puedan abortar sin conocimiento de los padres? Porque el verdadero producto no es el aborto, sino la insumisión como simulacro revolucionario y la extrapolación de los padres como sucedáneo del estado burgués. ¿Por qué se alienta que los jóvenes de 16 años deberían recibir un «salario universal» para emanciparse de los padres? Porque el verdadero producto no es el «salario universal», sino la certeza de que la supuesta emancipación condenaría a los jóvenes a una vida precaria y por lo tanto proletaria. En Suiza, Alemania y los países escandinavos los jóvenes menores de 25 años reciben ayudas económicas estatales, pero allá se establecen objetivos mínimos de naturaleza laboral y académica que jamás vician o banalizan tales ayudas. Nada que ver con nuestro «bono cultural joven», que acabó en las rebajas y en suscripciones a Disney o Netflix.
Mi visión liberal del mundo me dice que no es admisible conceder ciertas libertades por razones de edad, mientras otras libertades se niegan a los mismos beneficiados por razones de edad. ¿Quiere decir que una persona de 16 años sería entonces ciudadano de segunda? Si no pueden ser elegidos diputados, si no pueden portar armas y si no pueden adoptar hijos, está claro que no tendrían los mismos derechos de los demás ciudadanos. En cambio, de los deberes nunca les hablan, porque los promotores del voto a los 16 quieren protociudadanos combativos, iracundos y contestatarios. Insisto, no buscan nuevos votantes, sino «nuevos proletariados» que azuzar contra la democracia que recuperamos durante la Transición.
Por circunstancias familiares y personales, tuve la fortuna y la desgracia de ser alumno universitario a los 16 años. La fortuna radicó en descubrir aquel universo a una edad muy temprana y en haberme licenciado antes de los 22; pero la desgracia consistió en mi inmadurez para procesar todo aquello y de la que sólo he sido consciente muchos años más tarde. El caso es que en 1978 tuvimos elecciones a una Asamblea Constituyente, pero no pude votar por ser menor de edad. Retrospectivamente me alegro, porque habría votado por un impresentable. En cambio, en 1980 y con 19 años, voté por el único presidente peruano que no ha terminado en la cárcel o acusado de corrupción, como todos los que han gobernado el Perú desde 1985 hasta hoy.
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