Cómo la IA despedirá funcionarios

El encargo de Trump a Musk es claro: reducir la burocracia. ¿Cómo piensa rebajar Elon Musk la cifra de 2,87 millones de funcionarios? La primera fase consistirá en incentivar la jubilación y la renuncia voluntaria. La segunda fase supondrá cursos de actualización y reasignación de tareas, puestos y sedes laborales, para saber cómo reaccionarán los funcionarios. Y la tercera etapa será de recopilación de datos, para que la IA procese rendimiento, carga real de trabajo, compromiso, rol, costo/beneficio y adaptación de los trabajadores. El objetivo es que la IA identifique a los funcionarios prescindibles de acuerdo a una valoración ponderada que tendrá en cuenta lo puestos más fáciles de reemplazar (30%), el bajo rendimiento (25%), los altos salarios sin retorno (20%), la resistencia a la digitalización (15%) y los empleos irrelevantes con funciones duplicadas (10%). En consecuencia, la IA será capaz de generar la lista de candidatos al despido y cada nominación irá acompañada de las métricas de costo/beneficio que justifiquen tal medida.

Sin embargo, como Elon Musk no da puntada sin hilo, las medidas que piensa aplicar en la compacta burocracia americana les servirán a sus empresas para crear un programa o modelo digital de reducción burocrática, susceptible de ser replicado en otros países con burocracias más frondosas y esclerotizadas, como las de los países hispanoamericanos. El Salvador de Bukele y la Argentina de Milei se postulan como los primeros «clientes» de Musk, aunque no descarto a la Italia de Meloni, donde hay 1,9 millones de burócratas. Francia tiene 2,4 millones de funcionarios e imagino a Le Pen mirándolos malamente. Y ojo: Dinamarca tiene 870 mil funcionarios y Groenlandia sólo 57 mil habitantes.

España tiene 2,9 millones de empleados públicos. Es decir, tenemos más burocracia que Estados Unidos con una población 8 veces menor. Somos carne de IA.