vivimos como suizos
Bobos y maleantes
¿Cómo se puede reprochar al autor de una entrevista lo que ha dicho el entrevistado?
Si Paul Johnson estuviera en forma y, sobre todo, vivo podría disfrutar con la pelea entre sus compatriotas Tanya Gold y Caitlin Moran. Pelea o lo que sea. Ya disfrutó con la de Julie Burchill y Camille Paglia. Le hacían mucha gracia (Burchill dijo de ... Paglia que «no tenía sesos para pensar en cómo salir de un saco de papel mojado»). Tanya Gold ha reprochado a Caitlin Moran el término 'bitch' referido a la legendaria periodista Lynn Barber en 'The Times', incluso si quien lo ha dicho es la entrevistada. En este caso, Helena Bonham-Carter. Me encanta Tanya Gold, pero no entiendo qué le pasa. Recuerda que Barber fue la primera periodista en tener los huevos de preguntar a Jimmy Saville por los rumores (ya saben, era un depredador sexual). Barber, de 78 años, es la autora de 'Una educación'. Y tiene otras estupendas memorias ('A curious career') centradas en sus entrevistas.
La escritora Caitlin Moran dice a su entrevistada que había leído un asombroso perfil de Barber sobre Bonham-Carter. Al citárselo (y citársela) Bonham-Carter sale con que es una zorra. El texto publicado en 'The Guardian' en 1997 es tan largo como venenoso. Escrito con escoba en lugar de pluma. Pero Bonham-Carter no ha venido al mundo para que no hablemos de su aspecto. Y eso hacía Barber. Helena sería mejor actriz si fuera menos inteligente, escribió. Y de sus pintas: «¿Cuál es el problema? ¿Por qué no puede encontrar un vestido que le venga? ¿Por qué no tiene rebecas que se abotonen? ¿O mangas que se detengan en sus muñecas?» Y más: «Todos agradecemos que no quiera ser tomada por un objeto sexual, pero hay un enorme salto entre parecer Pamela Anderson y una huérfana victoriana…».
Entiendo que a Helena Bonham-Carter no le gustara una entrevista-perfil que se ríe de ella. ¿Pero qué le importa a Caitlin Moran? ¿Será también de los famosos moderados?
Aquí le están cayendo por todos lados a Mario Vaquerizo por el anuncio promocionando Madrid. Palos a Ayuso en el culo (si tuviera) de Vaquerizo. Oponen al anuncio citas médicas para dentro de mucho. O le recuerdan en Twitter si sabe, ya que tanto admira a «personajes herederos ideológicos del franquismo más rancio» (por Ayuso y Feijóo), que en tiempos de Franco estaría preso por la ley de vagos y maleantes. Ay, madre, cómo están las cabezas. Aunque mi tuit favorito es uno tras Fitur: «Ellos tendrán a Paz Padilla y a Mario Vaquerizo, pero nosotros a Almudena Grandes, Javier Bardem y García Lorca». Y yo tengo de mi parte a Góngora.
En 2006 me pidieron en ABC un artículo sobre la visita de Evo Morales a España. Sobre su jersey, su chompa. Adelantándose a lo que pudiera escribir, me recordaron que era un jefe de Estado. Pero una de las firmas del periódico se despachó a gusto en su columna sobre Morales. No era un moderado de esos. Ni la mitad de mefítico que Johnson y Barber.