tiempo recobrado
La oferta
Si el PP ofreciera la abstención, pondría a Sánchez en una complicada situación
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Nada mejor que un sueño para engendrar el porvenir, escribió Victor Hugo. Lo que parece imposible y no deja de ser más que un deseo utópico puede ser real si las circunstancias lo hacen posible. Como decía el autor de 'Los miserables', soñar en algo ... es la condición previa para que suceda.
Viene a cuento esta reflexión a propósito de la investidura de Feijóo, que comienza hoy. Su desenlace es enteramente previsible: va a fracasar porque quienes la rechazan son más numerosos que quienes la apoyan. En una democracia parlamentaria, no gobierna el partido más votado sino la mayoría.
Soy de los que creen que el líder del PP ha hecho muy bien en presentarse ante el Congreso porque, aunque sus posibilidades sean nulas, tenía la obligación moral y política de explicar su programa. No dudo que lo hará y que dirá algunas de las cosas que manifestó el domingo en el acto de Madrid.
El previsible fracaso de la investidura abrirá el camino a Pedro Sánchez, que ya ha dejado claro que está dispuesto a pactar con Puigdemont y el independentismo para lograr esa mayoría parlamentaria. Incluso en el PP se asume como inevitable que el dirigente socialista encabezará el próximo Gobierno.
La pregunta es tan obvia como necesaria: ¿puede hacer algo el PP para evitar ese pacto? La respuesta es que sí. Lo que está en su mano es ofrecer una abstención en la investidura de Sánchez para que éste no tenga que pactar con Junts, ERC y Bildu. La abstención de los diputados de Feijóo permitiría gobernar al dirigente socialista sin otros apoyos.
Soy consciente de que el solo enunciado de esta posibilidad levanta sarpullidos no sólo entre los votantes del PP sino también en los militantes de la izquierda. Casi nadie quiere que tal cosa suceda. Pero la posibilidad está ahí. Y creo que Feijóo haría bien en formularla en esta oportunidad que tiene hoy.
Si el PP ofreciera la abstención, pondría a Sánchez en una complicada situación porque el presidente ya no podría argumentar que pacta con Puigdemont por pura necesidad. Y sería una demostración de que Feijóo antepone los intereses de la nación a su legítima ambición de gobernar. Sánchez no podría explicar por qué concede una amnistía o condona la deuda de la Generalitat habiendo despreciado una oferta del PP sin condiciones.
De las coyunturas complicadas se sale con audacia. Y éste sería un movimiento que rompería todas las estrategias desplegadas en el tablero en el que se juega la partida. Pero evidentemente supondría un enorme riesgo para Feijóo.
No soy tan ingenuo para creer que esta propuesta vaya a prosperar, pero, en el improbable caso de una repetición de elecciones, tal vez uno de los dos grandes partidos se vería obligado a dejar gobernar al otro. Eso ya sucedió con Rajoy en su segundo mandato. El futuro está abierto. Siempre lo ha estado.