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TIEMPO RECOBRADO

Cuando la política se torna parodia

Sánchez repudió el odio y las insidias de las que se presentó como víctima sin la menor autocrítica sobre el fuego de la discordia que él ha atizado

El triunfo de la desmemoria

La tentación plebiscitaria

Pedro García Cuartango

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El daño ya está hecho. Sánchez podía irse o quedarse. Pero el desenlace de los cinco días de reflexión ha sido el peor de los posibles. Sigue para hacer lo mismo y sin ninguna justificación convincente de la incertidumbre que suscitó su carta.

Sánchez ... repudió el odio y las insidias de las que se presentó como víctima sin la menor autocrítica sobre el fuego de la discordia que él ha atizado. Todo lo que ha sucedido en España en los últimos meses tiene mucho que ver con su obsesión por demonizar a la oposición, que ciertamente también ha cruzado líneas rojas. Pero lo peor de su monólogo sin preguntas fue su identificación con la democracia y su apelación a una movilización social. Es lamentable que un presidente de Gobierno no entienda que una de sus obligaciones es aceptar la pluralidad que se expresa a través de la crítica.

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