TIRO AL AIRE
Café de actor
Sabemos que Pedro Sánchez acudió a la ceremonia de los Goya como político, pero hubiera preferido haberlo hecho como actor
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Iniciar sesiónEl último día de la escuela dramática, el profesor los despidió con un «servid los cafés lo mejor que podáis, eso también es interpretación». Los futuros actores, ansiosos de 'castings', triunfos y papeles protagonistas, hubieran preferido el «mucha mierda», pero el consejo a camareros era ... bastante más realista. Decía Chaplin que la vida es un teatro que se nos pasa sin ensayos, de ahí que la recomendación también nos sirva. Todos somos actores. Algunos sin quererlo y otros queriendo. Para destacar entre los segundos en España tenemos la gala de los Goya, otro escenario donde cada invitado representa un papel, no siempre el que sueña. Sabemos que Pedro Sánchez acudió a la ceremonia sevillana como político, pero hubiera preferido haberlo hecho como actor. A ser posible premiado. Laureado. Pasado por la Historia. Como Zelenski, pero al contrario. El de Ucrania primero fue comediante y luego se convirtió en presidente. Misma evolución que Ronald Reagan en EEUU. En España, nuestro 'premier' persigue el camino inverso. Anhela ser estrella, figura, artista, galán de pantalla. Como si no lo fuera ya. No sólo porque lo hayan dicho de nuestra forma de estar en el mundo Shakespeare, Calderón y Benavente, sino porque él ya tiene su propia serie documental. 'Las cuatro estaciones'. Está rodada, montada, realizada. ¿Se acuerdan? Igual alguien sí lo hizo la otra noche en Sevilla y le preguntó al presidente qué hay de lo tuyo. O quizá se les pasó a todos, como lo del 'sí es sí'. Los mutis por el foro, o por el forro, de la Gala.
Imaginen la cara del presidente y su respuesta compungida. No sé qué contestan los actores, pero a los que escribimos nos sale de carrerilla: «Primero lo mandé a editoriales grandes y no me respondieron. Entonces lo mandé a editoriales pequeñas y tampoco». Luego, los amigos, los buenos, te dan ánimo y cariño: otra obra maestra guardada en los cajones, hay que tener contactos, date un tiempo, no desfallezcas, era muy buena. Y ya no sale más el tema, por lo de las llagas.
El silencio no cambia los hechos. La serie de Sánchez no se ha emitido. A lo mejor hay un plan para ello e igual por eso están preguntando en el País Vasco a las familias si tienen Netflix, HBO o similar en casa. Sin ser crítica ni jurado de premios, me aventuro a decir que la interpretación de Sánchez igual no transmite mucho. Si han visto esta semana la escena del café en casa de Mari Carmen y Óscar, dos jóvenes con el SMI –salario mínimo interprofesional– no elegidos al azar –¿qué lo es en Sánchez?– me entenderán. También es cierto que no hace falta exigirle a un presidente de Gobierno de ningún país que sea buen actor. Basta con que haga bien su papel.
Terminaba Charles Chaplin su reflexión sobre la vida y el teatro recordando que el telón suele bajarse sin aplausos. En unos meses veremos, pero igual por eso Sánchez ya está practicando con los cafés.
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