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TIRO AL AIRE

Café de actor

Sabemos que Pedro Sánchez acudió a la ceremonia de los Goya como político, pero hubiera preferido haberlo hecho como actor

María José Fuenteálamo

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El último día de la escuela dramática, el profesor los despidió con un «servid los cafés lo mejor que podáis, eso también es interpretación». Los futuros actores, ansiosos de 'castings', triunfos y papeles protagonistas, hubieran preferido el «mucha mierda», pero el consejo a camareros era ... bastante más realista. Decía Chaplin que la vida es un teatro que se nos pasa sin ensayos, de ahí que la recomendación también nos sirva. Todos somos actores. Algunos sin quererlo y otros queriendo. Para destacar entre los segundos en España tenemos la gala de los Goya, otro escenario donde cada invitado representa un papel, no siempre el que sueña. Sabemos que Pedro Sánchez acudió a la ceremonia sevillana como político, pero hubiera preferido haberlo hecho como actor. A ser posible premiado. Laureado. Pasado por la Historia. Como Zelenski, pero al contrario. El de Ucrania primero fue comediante y luego se convirtió en presidente. Misma evolución que Ronald Reagan en EEUU. En España, nuestro 'premier' persigue el camino inverso. Anhela ser estrella, figura, artista, galán de pantalla. Como si no lo fuera ya. No sólo porque lo hayan dicho de nuestra forma de estar en el mundo Shakespeare, Calderón y Benavente, sino porque él ya tiene su propia serie documental. 'Las cuatro estaciones'. Está rodada, montada, realizada. ¿Se acuerdan? Igual alguien sí lo hizo la otra noche en Sevilla y le preguntó al presidente qué hay de lo tuyo. O quizá se les pasó a todos, como lo del 'sí es sí'. Los mutis por el foro, o por el forro, de la Gala.

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