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Pedro Sánchez, soltando lastre

Adriana Lastra no dimitiría de su cargo en Ferraz por un embarazo, por complicado que fuese. Es más, lo tomaría como un desafío

20/07/2022
Actualizado a las 12:23h.

¿Pero alguien cree que Adriana Lastra ha abandonado la vicesecretaría general del PSOE por un embarazo? Nadie que la conozca, aunque sea solo de verla y oírla en televisión, lo diría. Se trata de una mujer dura, luchadora, consagrada a los ideales de su ... partido desde la juventud, dispuesta a partirse la cara si fuese necesario por su causa, amante de su trabajo como pocas y «roja como mi falda», la vi señalando la que llevaba, como el capote de un torero. No, Adriana Lastra no dimitiría de su cargo en Ferraz por un embarazo, por complicado que fuese. Es más, lo tomaría como un desafío, como ejemplo de mujer fuerte en el sentido bíblico, dispuesta a ir más lejos y con más dificultad que los hombres.

Entonces, ¿por qué dimite, pues, este tipo de mujeres que no suelen abandonar sus planes? Por sentido del deber, por haber visto que ya no gozaba de la plena confianza de los suyos, por pensar que servía al partido mejor dimitiendo que permaneciendo en él. En otras palabras: por sacrificio, ya que el cargo que le den, por brillante y lucrativo que sea nunca será, para ella, como el que deja.

La derrota andaluza infligida al PSOE por el PP hizo crujir las cuadernas de la nave sanchista. Desde entonces se habla de un golpe de timón, de un nuevo rumbo. Toda la reciente legislación social y los objetivos progresistas nos hicieron creer que era un giro a la izquierda. Pero no hay nada real en el sanchismo, todo es ficción, juego de espejos. Y si nos hacemos la pregunta de a quién aprovecha la salida de Adriana Lastra, nos damos cuenta de que el volantazo ha sido hacia la derecha, hacia la OTAN, hacia los Estados Unidos y hacia Bruselas, que es de donde puede llegar el dinero que salve a este Gobierno escorado a la izquierda. Pero eso no podía decírselo Pedro Sánchez a sus socios de Gobierno y legislatura porque eran capaces de armar la de San Quintín. Más pronto que tarde se darán cuenta, pero entonces tendrán que tragárselo o abandonar los cómodos sillones que ocupan. Lo sabremos el sábado, cuando Sánchez ha convocado una reunión del Comité Federal del PSOE. Mucho indica que no terminará como el de 2017, con él despedido, porque el Partido Socialista es hoy un juguete en sus manos.

En estos momentos, la gran pregunta para el país es si este puede seguir gobernado por alguien que no tiene palabra y que actúa según su interés personal en vez del colectivo. Pues los problemas españoles, el Covid, la economía, el separatismo, continúan activos, incluso acentuados. Si la dimisión de la fiscal general del Estado, anunciada solo un día después de la de Adriana Lastra, está relacionada, prefiero callar. Dolores Delgado es una personalidad bastante más compleja que Adriana Lastra.