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LA TERCERA

Malvados

«Hoy existen malhechores en todos los países y posiciones, hasta el punto de ocupar jefaturas de Estado y gobierno. Se caracterizan por hacer lo contrario de lo que dicen, en mentir descaradamente e incluso enorgullecerse de ello, acabando con todo rastro de ética y moral»

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José María Carrascal

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Sin ser experto en teología, tengo la impresión de que uno de sus mayores problemas es explicar la existencia del mal. Si Dios es el ser todopoderoso, principio y fin de todas las cosas, infinitamente bueno, justo, compasivo, ¿cómo se explica que incluyese la ... maldad, antítesis de su obra magna, el universo? La explicación más simple es que prescindir de tal contraste lo dejaría tal como estaba, en eterna inocencia, en pura delicia, en paraíso terrenal interminable, sin duda placentero, pero bastante aburrido. Aparte de privar a todas las criaturas que lo componen de algo tan importante como la libertad, el poder violar las leyes que le han creado. Que eso le ocurra a los minerales, plantas y animales en su primeras fases de desarrollo se entiende. Pero al tratarse de su ejemplar superior, de alguien capaz de desafiar a las fuerzas y leyes de la naturaleza, habiendo sido creado a imagen y semejanza del Creador, tenía que dotársele de ese poder extranatural, de capacidad para emular al Sumo Creador e incluso desafiarle. Fue la conclusión a la que llegó San Agustín al meditar, mientras caminaba por una playa, sobre el misterio de la Santísima Trinidad. ¿Cómo es posible que Dios sea a la vez uno y trino? Y al encontrarse con un niño que echaba agua con una concha en el pequeño pozo que había hecho en la arena le preguntó que hacía, recibió la respuesta de «estoy metiendo en este pozo todo el agua del mar». Dándose cuenta el obispo de Hipona de que era lo que él estaba haciendo al buscar explicación a un asunto que desborda con mucho la capacidad de un cerebro humano. Si algún día la inteligencia artificial llega a esas alturas, no lo sé.

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