Un cisma en la Iglesia a la vista
«No es la primera vez que la Iglesia católica alemana le da un disgusto a Roma»
El Papa Francisco, durante el rezo del Ángelus
La Iglesia católica se encuentra en medio de la mayor crisis eclesial desde la Reforma Protestante. No me refiero a los escándalos de pederastia. Se trata del Camino Sinodal alemán. Según el semanario católico 'Die Tagespost', el 42 por ciento de los católicos alemanes creen ... que se va a producir un cisma en la Iglesia católica alemana. Un 37 por ciento de los protestantes de ese país también lo afirman. No es la primera vez que la Iglesia católica alemana le da un disgusto a Roma en los siglos recientes. Recordemos el cisma de los veterocatólicos después del Vaticano I, la declaración de los obispos en Königstein posterior a la promulgación de la 'Humanae Vitae', de Pablo VI, en 1969, o la controversia en 1990 sobre la participación católica en la consultoría para los abortos. Problemas de una Iglesia que tiene, y tenía, ideas y dinero. Otra cuestión es que las ideas sean acertadas y el dinero se utilice para fines adecuados.
Ante los derroteros del Camino Sinodal, el Papa Francisco escribió una carta el 29 de junio de 2019 «Al pueblo de Dios que peregrina en Alemania». No hace diez días, después de que los obispos alemanes estuvieran en Roma, el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, junto con otros dos cardenales prefectos, envió una misiva a los obispos alemanes diciéndoles que no tienen competencias para establecer un Consejo Sinodal como órgano rector y normativo, una nueva estructura de la Iglesia. Aclaraban que los obispos no están obligados a participar en ese proceso.
La pasada semana, el papa Francisco, en una entrevista a la agencia AP, dijo que ese Camino Sinodal alemán «no es serio, es ideológico, elitista y está cerrado al Espíritu Santo». Meses antes había dicho que «en Alemania tenemos una buena Iglesia evangélica. No necesitamos otra». A la altura del décimo aniversario del pontificado, cuando algunos piensan que la magia se ha desvanecido, y que ya lo sabemos todo del Papa, las sorpresas no han terminado. El Papa Francisco podrá decir las cosas más altas, pero no más claras. No habrá cisma de 'iure', pero sí de facto.