EL CONTRAPUNTO
No es el título, es el honor
Noelia Núñez ha dimitido por hacer lo mismo que Patxi López, Begoña Gómez, Óscar Puente o Pedro Sánchez
Agencia Tributaria, sinónimo de terror
En este «y tú más» no hay prostíbulos
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Iniciar sesión'Honor' es una palabra en desuso que define una actitud vital más arrumbada aún, especialmente en el ámbito de la cosa pública: «Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo». En la era del sanchismo, ... hasta el concepto 'deber' ha desaparecido de la ecuación, sustituido por la conveniencia del líder como único factor motivador de sus decisiones. Hace siglos que los españoles convivimos con la corrupción venal de los gobernantes, nada hay de sorprendente en el estallido del enésimo escándalo económico, pero la normalización de la mentira como argumento aceptable en la lucha por el poder; la entronización del embuste cambiante, adaptado a cada circunstancia, en función de su utilidad para el mandatario; ese repugnante «hacer de la necesidad virtud» esgrimido como argumento por el caudillo socialista para justificar cada uno de sus incontables «cambios de opinión», eso no lo habíamos visto nunca. Esa degradación de los compromisos contraídos hasta despojarlos de todo sentido, ese insulto constante a la inteligencia del ciudadano y la confianza del votante, constituyen una siniestra novedad que vacía de sentido la democracia hasta el punto de amenazar su existencia. En ese contexto se sitúa, me parece a mí, la dimisión de Noelia Núñez, joven promesa del PP cuya carrera ha quedado truncada, cuando apenas empezaba a despuntar, por falsear su currículum con méritos académicos inexistentes. O sea, por hacer lo mismo que Patxi López, quien a decir de su CV oficial «estudió» Ingeniería Industrial, aunque nunca pasó de primero y preguntó en una entrevista a cuál de los principios de Arquímedes se refería el presentador; Begoña Gómez, titular de una cátedra en la Complutense sin estar en posesión de una licenciatura; Óscar Puente, flamante «máster en dirección política» por un chiringuito del PSOE supervisado por Tezanos y carente de homologación, o el propio Pedro Sánchez, plagiador de su tesis doctoral, tal como desveló ABC.
A diferencia de los citados y otros tantos laureados 'fake' militantes en las filas de la izquierda, Noelia sintió vergüenza cuando salió a la luz su secreto, porque conoce esa sensación, lo cual le honra. Es lo que distingue a una persona con principios de otra cuyo único acicate es la ambición. También Alberto Núñez Feijóo debió de experimentar una incomodidad parecida cuando aceptó la renuncia de una colaboradora valiosa a la que acababa de incluir en su círculo más estrecho. El dirigente del PP ha tomado nota del riesgo extremo en el que se halla el frágil pacto no escrito que regula las relaciones entre representantes y representados y se propone ponerle remedio recuperando el valor sagrado de la palabra dada. El imperio de la verdad y la dignidad de nuestro sistema político. Esto es, su honradez, respetabilidad, nobleza, honestidad, honorabilidad, integridad, probidad, rectitud, decencia, seriedad, decoro. Términos que a Sánchez ni les suenan.
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