Suscribete a
ABC Premium

el contrapunto

La pitada

Sánchez escarnece a España y algunos ciudadanos le silban. No parece en absoluto desproporcionado

Esos 'progresistas' que justifican a los terroristas (9/10/2023)

Atraco sanchista a la democracia (6/10/2023)

Isabel San Sebastián

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hay quien se rasga las vestiduras porque una parte del público abuchee al presidente en funciones durante el desfile del 12 de octubre. A mí me parece estupendo. Lógico, comprensible, plenamente justificado e impecablemente democrático. Cosa distinta sería si esas manifestaciones de repulsa fueran violentas, ... lo que no son, o si se produjeran frente al domicilio de Pedro Sánchez, como cuando sus compañeros de Podemos acosaban a la vicepresidenta del Gobierno del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, o a la presidenta autonómica madrileña Cristina Cifuentes, calificando esos escraches de «jarabe democrático». Eso sí atentaba frontalmente contra las normas de convivencia cívica. Esto otro se produce en un contexto público; uno de los poquísimos a los que acude Pedro Sánchez sin que sus peones hayan preparado previamente el terreno desalojando a la gente normal y colocando a figurantes incondicionales del PSOE. Por mucho que le moleste al narcisista de La Moncloa, por más que agreda su vanidad, la pitada convertida en clásico del Día de la Hispanidad no responde a ninguna trama orquestada por los partidos de la oposición, sino que constituye una expresión espontánea de la indignación que embarga a un porcentaje creciente de los españoles ante las afrentas que el abucheado inflige a nuestra nación.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia