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Una Raya en el agua

Los nuestros

La cordura política no volverá hasta que el partidismo deje de ser un sentimiento de pertenencia a una tribu

El Callejón del Gato

Miedo al relato

Ignacio Camacho

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Se dolía el viernes Felipe González en Sevilla de que 'los míos' digan que trabaja para el PP, por más que según añadió en un guiño sarcástico está más a menudo de acuerdo con Sánchez que éste consigo mismo. Había en su queja un ... poco o un mucho de voluntarismo al seguir tratando como compañeros de partido a quienes pese a deberle tanto han dejado de considerarlo parte de su tribu y hasta empiezan, en efecto, a ver en él un adversario político, cuando no directamente un enemigo. La polarización no respeta currículos a la hora de levantar muros de sectarismo; una vez dividida la sociedad en bandos no queda sitio para el pensamiento crítico y cualquier disenso, por mínimo que sea, está prohibido. La dialéctica de dentro/fuera exige filas prietas, unanimidad hermética, acatamiento estricto.

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