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una raya en el agua

Corrupción en la Federación

Más allá del beso, el Gobierno tiene en la RFEF una responsabilidad de supervisión incumplida por desistimiento

Periodismo sin bridas

Cuponazo

Ignacio Camacho

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Que Luis Rubiales cayese por un beso no consentido fue, visto lo que se va sabiendo, un síntoma del paradigma moral, político y penal de este tiempo. Porque la corrupción en la Federación era incluso un eslogan coreado por el público de los campos ... de fútbol. Es verdad que el beso lo robó a plena luz de un estadio y que las (presuntas) mangancias que se hayan producido han tenido lugar a cencerros tapados, pero la diferencia de valoración es apreciable en la distinta dimensión social de ambos escándalos. Lo de Jenni Hermoso se convirtió en una cuestión de repercusión internacional, con intervención de la FIFA, rebelión feminista y potentísimo estruendo mediático, y en España alcanzó caracteres de asunto de Estado. En cambio, la redada del miércoles apenas ha sacudido la esfera deportiva, y ni siquiera demasiado porque la venalidad institucional parece un hábito que los españoles contemplan con la naturalidad de una tormenta de verano.

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