editorial
El crepúsculo indetenible de Ciudadanos
Hace dos años, cogobernaban Madrid, Castilla y León y Andalucía; hoy, error tras error, Ciudadanos prácticamente ha desaparecido del mapa político
«Yo no he sido capaz de corregir la mala situación en la que vivimos». Se despidió ayer Inés Arrimadas de la presidencia de Ciudadanos en la asamblea general con la que se pretende refundar el partido, una misión que ante la debilidad y la ... persistencia en los errores en su dirección se antoja casi imposible. Sobre todo porque en vez de unidad sigue larvada -en lo que queda del partido- una disputa que sigue abierta si nos atenemos a las facturas elípticas que Arrimadas pasó al cobro a Edmundo Bal en su discurso de ayer. Que la nueva dirección de Cs sea precisamente la avalada por la presidenta que ha fracasado en su tarea dice mucho de la dificultad que la militancia (la mitad de la cual no ha participado en la refundación) y la dirección tienen en interpretar las posibilidades que ofrece su evidente declive. Hace dos años, cogobernaban Madrid, Castilla y León y Andalucía; hoy, error tras error, Ciudadanos prácticamente ha desaparecido del mapa político.
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