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El tratado de Lisboa puede salir

LA semana pasada, el senado de la república Checa aprobaba, por 54 votos a 20, el tratado de Lisboa. Quedan dos obstáculos, los dos salvables: el esquinado Lech Kaczynski, presidente de Polonia, habrá de firmar el texto, aunque su parlamento lo aprobara en 2008. Problema ... mayor es el nuevo referéndum irlandés, previsto para octubre: si la mayoría de los votantes de la isla repitieran su voto de hace 10 meses -coacción de un millón de votantes a 500 millones de europeos- el tratado estaría muerto. Hay posibilidades de que ocurra lo contrario: que el polaco se vea obligado a firmar y el referéndum de Irlanda sea esta vez favorable. Los británicos no tratan de dar lecciones, pero el gesto de Gordon Brown, compareciendo pocos días después del No irlandés, ante el presidente de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, con el tratado aprobado, no deja de tener un significado. Al final, los tres millones de votantes irlandeses son compatriotas de James Joyce y de Samuel Beckett. No es imposible que dejen atrás los intereses insulares y miren al futuro de toda Europa. Sin Europa, Irlanda lo tendría difícil.

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