Sánchez hasta 2027
Visto desde fuera, el Partido Popular parece un barco sin timón que corre el serio peligro de hundirse
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión¿Cuántos votantes de derechas se sienten representados hoy por las siglas del Partido Popular? Diría que muchos menos que hace dos días -cuando Pablo Casado atacó a Vox y dejó la puerta abierta a pactar con el PSOE-. El problema es que los de ... hace dos días eran menos que los de hace una semana -antes de conocerse la pírrica victoria de Alfonso Fernández Mañueco-. Y que estos últimos ya eran menos de los que Casado necesitaría para desbancar a Pedro Sánchez en las próximas elecciones. Así pues ¿quién es el gran beneficiario de la espiral autodestructiva en la que ha entrado el PP? Uno que vive en Moncloa y que debe de estar comiendo palomitas mientras disfruta del espectáculo.
Limitándonos a los hechos, más allá del debate de quién es el malo o mala de la historia, el resumen de lo sucedido es que Isabel Díaz Ayuso, Teodoro García Egea y Pablo Casado salen debilitados del espectáculo. Vayamos por partes, el secretario general del PP linchó públicamente al mayor activo que tiene el partido. Y lo hizo sin aportar prueba alguna. El cobro de una comisión en una operación de intermediación puede ser más o menos estético pero es totalmente legal. Si se quiere afirmar lo contrario es necesario tener pruebas, más aún entre personas del mismo partido. Acusar careciendo de ellas, además de atentar contra el honor, revela un nivel de inconsciencia preocupante.
Hay quien piensa que García Egea sí tiene documentos sobre las presuntas irregularidades de Díaz Ayuso, pero no los ha querido aportar. En este caso el escenario no es mejor. ¿Por qué, entonces, no ha acudido a la Policía o a la Fiscalía? ¿Quería utilizar esa documentación para obligar a la presidenta madrileña a renunciar a liderar el PP de Madrid y por eso desde el entorno del partido se encargó una investigación ilegal? En este caso, estaríamos ante una táctica de tintes mafiosos completamente impropia de quien aspira a gobernar un país. Personalmente, prefiero quedarme con la teoría de la inconsciencia.
La presidenta de la Comunidad de Madrid tampoco sale bien parada. Incluso aunque no haya existido irregularidad, la imagen de Díaz Ayuso queda manchada por una sospecha que la izquierda no va a parar de proyectar. Si se demostrara que hubo delito, no le quedaría más salida que la dimisión. A corto plazo, Díaz Ayuso tiene otro problema que resolver: lanzó un órdago a Génova y esta lo aceptó. La cabeza de García Egea no solo no rodó sino que es ella la expedientada por su partido. ¿Qué opciones tiene cuando ya no hay convivencia posible con la dirección?
Y ahora vamos con Pablo Casado ¿dónde estaba? ¿Por qué no salió ayer? ¿Qué credibilidad tiene como presidente del Gobierno cuando no es capaz de gobernar su propio partido?
Visto desde fuera, el PP parece un barco sin timón que corre el serio peligro de hundirse. Y sin un buque fuerte en la derecha, los españoles podemos irnos acostumbrando a tener a Pedro Sánchez de jefe del Gobierno hasta 2027.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete