Vivimos como suizos
Al psicólogo
Vale que Ayuso no es Disraeli, pero la mayoría de los políticos no sabe hacer la o con un canuto
O perturbada o superheroína. Díaz Ayuso, claro. Entre las tontadas de Shonda Rhimes, sabia de la televisión, está utilizar la postura del superhéroe. Lo utiliza en «Anatomía de Grey». Postura de superheroína. La hace la neurocirujana Shepherd antes de algo difícil. En su caso, taladrar ... algún cerebro, eso que también (y tan bien) hace Ayuso. Te pones cinco minutos las manos en la cintura, la cabeza levantada, pecho fuera y voilà, que te echen lo que sea. No es menos serio que el coaching de medio pelo. O ese pensamiento positivo de «El secreto», la biblia boba del pensamiento positivo.
El domingo leí una entrevista en «El periódico» a la magnífica futbolista Jenni Hermoso. Le preguntan: «Si despojamos a Messi del factor fuerza, ¿en qué se diferencian?». «Salvo la fuerza, en poco más». Vale. Le preguntan por ese nombre. Si lo hubiera dicho de Cristiano Ronaldo, daría la razón a Jenni, pero Messi es otra cosa. Él no sale de entrenar, entrenar y entrenar. Tiene algo que los demás no. Seguramente Cristiano Ronaldo tiene la actitud del superhéroe, aunque no el talento natural de Messi. Igual que Isabel Díaz Ayuso (lo de la actitud hasta se lo ha reconocido Cayetana Álvarez de Toledo). No tendrá ideas, pero actitud, sí. Como Jenni. Autoconfianza. Autoestima. Ya puede a veces soltar cosas que a algunos les parecen de Yogi Berra o de Pich i Pon.
¿Que no es Disraeli? La mayoría de los políticos actuales, de cualquier partido, no sabe hacer la o con un canuto. Y resulta que la aristocracia de su propio partido pretende acabar con ella, cuando ha demostrado que la meritocracia todavía tiene algún sentido. Casado puede repetir que descubrió a Ayuso hace 15 años. También podría nombrar a los que le dijeron que no antes de proponerla a ella como candidata para la Comunidad de Madrid. Ayuso es una mata que ha echado y los zopencos machungos de su partido quieren arrancarla para que no haga sombra. Cometerían un error, como ya han visto con sus encuestas internas. Es para mandarlos a un psicólogo, como María Jiménez ha hecho con la Pantoja.