La realidad de los controladores aéreos
A raíz de la polémica surgida respecto a los controladores aéreos, una cortina de humo lanzada para ocultar la intención de privatizar un servicio público de primera necesidad, me gustaría hacer las siguientes puntualizaciones:
Los controladores aéreos son trabajadores cualificados con titulación mínima universitaria de ... grado medio, alto nivel de inglés y excelentes capacidades auditiva y de expresión, buena memoria a corto plazo y excelentes habilidades de cálculo. Una vez superados los test psicotécnicos y exámenes, que incluyen conocimientos aeronáuticos, deben superar un curso de 15 meses, con exámenes eliminatorios y habilitarse, además, en cada destino solicitado. Deben superar también una evaluación psicológica y hay condiciones físicas que descartan a cualquier candidato, como la hipertensión o los problemas cardiovasculares. Una vez superados los reconocimientos médicos iniciales, similares a los de los pilotos comerciales, deben someterse a una revisión anual y la mínima aparición de problemas en la vista, capacidad auditiva, diabetes o colesterol alto ocasiona la retirada de la licencia, lo que impide el ejercicio de la profesión, como consecuencia de lo cual la vida laboral de un controlador difícilmente supera los 55 años.
Además, un controlador tiene una media de 20 aviones a la hora. tomando un Airbus 320 como avión medio, con un coste medio por unidad de 50 millones de euros y una capacidad media de 150 pasajeros, resulta que en una hora un controlador tiene en sus manos las vidas de más de 3.000 personas y bienes por un valor superior a 1.000 millones de euros, o cinco veces más si hablamos de Madrid.
Y, por último, puntualizar que los sueldos de los controladores aéreos salen directamente de las tasas aeroportuarias y no de los presupuestos del Estado, como el común de los funcionarios.
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