Suscribete a
ABC Premium

Horizonte

Acoso a una dacha

¡Señor ministro del Interior! ¿En qué pierden el tiempo sus subordinados? ¿No saben ejercer sus funciones?

Ramón Pérez-Maura

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Verdaderamente conmueve ver cómo se repite en todas partes que los escraches, el acoso a los domicilios particulares de los políticos, son intolerables los haga quien los haga. Que eso no se puede permitir de ninguna manera. En palabras del ministro de Fomento y secretario ... de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en casos así, «rebajar la gravedad de lo ocurrido equivale a normalizar la intimidación y el fascismo. Ninguna democracia ampara el hostigamiento por motivos ideológicos». No puedo estar más de acuerdo. Por supuesto que esto es la peor deriva de la violencia fascista contra los adversarios políticos. Pero no escuché a Ábalos denunciarlo así cuando acosaron a Cristina Cifuentes en las calles de Madrid o cuando a los padres de Albert Rivera les pintaron el escaparate de su tienda como hacían los fascistas italianos con los judíos, o cuando a Alejandro Abascal le desearon un tiro en la nuca y apenas cuando a Mariano Rajoy le rompieron la cara durante una campaña electoral. Eso era «el natural sentir del pueblo». No requería condenas.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia