Preocupante deriva de las pensiones

El fuerte incremento del gasto que ha registrado la Seguridad Social en los últimos años, sumado al impacto de la crisis y, sobre todo, la ausencia de voluntad política para alcanzar un gran acuerdo en materia de pensiones están poniendo en riesgo la sostenibilidad del actual modelo a medio y largo plazo. La Seguridad Social destinó más de 9.200 millones de euros al pago de pensiones contributivas el pasado agosto, lo cual supone un nuevo récord histórico, tras crecer un 4,8 por ciento a nivel interanual como consecuencia de la subida generalizada de las prestaciones, según informó ayer el Ministerio de Trabajo. Este aumento resulta preocupante si se tiene en cuenta que el sistema público cerrará este año con un déficit superior a los 18.000 millones de euros, en un contexto en el que el Fondo de la Seguridad Social ya se ha agotado, de modo que el Gobierno se ve obligado a emitir deuda para abonar en tiempo y forma todos los pagos a los pensionistas.

Con un endeudamiento público próximo al cien por cien del PIB , resulta evidente que este parche no se puede mantener de forma indefinida sin socavar la solvencia del Estado. El retraso en la aplicación de la reforma aprobada en 2013 y el reciente acuerdo alcanzado entre PSOE y Podemos para volver a ligar la subida de las pensiones al IPC sin que, por el momento, se haya previsto cómo financiar ese gasto extra tan solo añaden incertidumbre e inseguridad a una situación ya de por sí compleja, debido al progresivo envejecimiento de la población española. El problema de las pensiones exige renovar el Pacto de Toledo para impulsar nuevas reformas estructurales con las que garantizar la supervivencia del sistema de pensiones sin necesidad de disparar los impuestos a familias y empresas.