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EDITORIAL ABC

Un paréntesis para pensar España

Para pagar sus viernes sociales y mantener la crispación, Sánchez necesita a la extrema izquierda, no a Cs ni al PP, cuyo brazo tendido sería deseable para moderar la legislatura

Reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE para hacer balance de las elecciones del 28A EP

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La dirección del PSOE ha anunciado que intentará gobernar en solitario, en minoría, proyectando anticipadamente una imagen de gobierno centrado, capaz de pactar a derecha -Ciudadanos- e izquierda -Podemos-, evitando en lo posible a los independentistas. La opción del gobierno en solitario resultaría un mal ... menor frente a otro de coalición con Podemos y los separatistas, pero está viciada por el voluntarismo de Sánchez. Su victoria ha sido la menor de un partido ganador desde 1977 y esta limitación -123 escaños- se pondrá de manifiesto en cuanto se convoque el debate de investidura. La suma del PP, Ciudadanos y Vox, con 147 escaños, es superior a los 123 diputados del PSOE, lo que hace insuficiente la mera abstención de Podemos y los nacionalistas en segunda votación. Sánchez tendrá que pactar con Iglesias y con formaciones nacionalistas si quiere superar a la oposición y ser investido. Nueve meses de mal gobierno tendrían que haber sido suficientes para que Sánchez comprobara que en minoría no se gobierna y que jugar a dos bandas es inviable en un escenario tan polarizado como el del próximo Parlamento. Por cierto, los socialistas no podrán seguir hablando de los dirigentes del PP como «fábrica de nacionalistas», porque la presencia del nacionalismo radical -ERC, PNV, JpC y Bildu- se ha reforzado hasta los 35 escaños, animados por la presencia de su hombre en La Moncloa y la expectativa de perder ante una coalición «a la andaluza».

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