Sala de máquinas
Luego Ceuta y Melilla
El volantazo del Gobierno sobre el Sahara nos ratifica en dos evidencias. La primera es que el PSOE hace lo que quiere con Podemos y la segunda es que Podemos traga con todo lo que le hace el PSOE. La gallardía podemita se queda en ... la pose, mientras sus hechos pecan de sumisión. Sánchez es capaz de cualquier cosa sin despeinarse, si le damos unas pocas horas para pegar el doble salto mortal, como cuando nos dijo la otra noche al acostarnos que no enviaría armas a Ucrania y en el desayuno ya estaba remitiendo los paquetes; ni siquiera se ve en la incomodidad de tener que explicarse. Se metió en un lío tremendo con Marruecos, a fuerza de desaires, como acoger al líder del Frente Polisario o eludir la costumbre de acudir a Rabat a cumplimentar nada más tomar posesión del cargo. Y ahora, para sacar la pata del charco, nos mete a todos dentro, cediendo al chantaje de los últimos meses. Una vez ganada la pieza del Sahara, Ceuta y Melilla pasan a ser los siguientes objetivos de la lista de Mohamed.