Suscribete a
ABC Premium

Una raya en el agua

Derechos en cuarentena

El CIS ha trucado un plebiscito encubierto para avalar la restricción de libertades que plantea el Gobierno

Ignacio Camacho

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Esta vez no se puede culpar a Iglesias porque Tezanos trabaja para Sánchez como mamporrero sociológico disfrazado de hechicero de la tribu. Y en el caldero del CIS ha vuelto a cocinar una pócima de opinión pública a la medida de los deseos de su ... jefe. No respecto a la proyección electoral ni la intención de voto, aspecto de mínima relevancia sin elecciones en el horizonte -y que en todo caso augura los resultados de siempre- sino sobre la presunta sintonía de los españoles con el discurso del presidente: la unidad y colaboración con el Gabinete, los expertos como burladero, el optimismo ante la recuperación y otros mantras autocomplacientes, entre los que destaca la necesidad de suprimir las críticas y censurar medios y redes durante todo el tiempo que las circunstancias aconsejen. En los barómetros oficiales del sanchismo importa prestar más atención a las preguntas que a las respuestas, porque su redacción induce sin tapujos la conclusión que al encuestador le conviene. En este último puchero mágico se le ha ido sin pudor la mano con los ingredientes y ha servido una sopa tóxica que, bebida en caliente, provoca espasmos de sumisión y hace que los ciudadanos se encomienden a su salvífico líder y le imploren que los encadene.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia