Suscribete a
ABC Premium

cambio de guardia

Terror

Un torturador no tiene ideología. Ni un asesino. Putin tiene escena. Y tiene armas nucleares

Gabriel Albiac

Esta funcionalidad es sólo para registrados

¿Es crueldad el escaparate de cadáveres que deja tras sí el ejército ruso? Lo es. No sólo. Es, más que disfrute atávico ante el dolor del otro, cálculo funcional: una escenografía ejemplar que coreografía el Kremlin. Como un mensaje publicitario poco equívoco: así se ... hará con todos cuantos cedáis a la tentación de oponer resistencia al jefe. No es invención de Putin ese artesanar propaganda con dolor y muerte. Sus orígenes se confunden con los del Estado moderno, sí; pero sólo los totalitarismos del siglo XX supieron montar su fina relojería: allá donde la intemporal crueldad pudo ser resonada por los recién nacidos aparatos de publicidad masiva. Hoy, aquel bombardeo de radios y cine en los años treinta alemán y ruso es un juego de niños: nuestro mundo no conoce más realidad que la que lo virtual impone. Somos propaganda.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia