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El diálogo social, en peligro

El Gobierno se ha empecinado en subir el salario mínimo en contra de los empresarios y a medio plazo eso puede dinamitar otros pactos con las pensiones y la reforma laboral

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La reunión consultiva que hoy mantendrá la ministra de Trabajo para explorar a los sindicatos y fijar la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), arrancará sin posibilidad de acuerdo con los empresarios, cuyas principales organizaciones ya han anunciado que se opondrán a esa subida. Aunque ... el incremento que plantea el Gobierno se traduciría en no más de 19 euros mensuales, los empresarios advierten de que el mercado laboral se encuentra en un momento crítico porque en absoluto puede decirse que la recuperación económica esté consolidada. No se trata, a juicio de la patronal, de un problema cuantitativo, sino de oportunidad. Políticamente, la más que probable subida del SMI significa una victoria táctica de Unidas Podemos frente a la vicepresidenta Calviño y un error estratégico del equipo económico del Gobierno, porque solo es una medida para salir del paso. Para valorar la solidez de la recuperación de la economía hay que esperar a la evolución del empleo en los meses posteriores al pico de contratación en verano, poco fiable para acordar la subida del SMI. Los sindicatos señalan el aumento del empleo en los meses anteriores, pero este argumento puede ser engañoso porque ha habido mucho empleo público y mucha contratación temporal y a tiempo parcial. La finalidad política de la subida del SMI es aparentar que compensa el incremento preocupante de la inflación, que ya supera el 3 por ciento, a causa del precio disparado de la luz. Pero esta forma de proceder no es más que un parche frente a la carestía de la vida, un mensaje de propaganda a corto plazo y más lastre sobre la recuperación económica a largo. La mayoría del empleo en España está concentrada en autónomos y pequeñas y medianas empresas, muy sensibles a cualquier incremento de sus costes salariales y con efectos inmediatos adversos en la productividad y la contratación. Cuando se habla de subir el SMI hay que mirar a estos protagonistas de la creación de empleo, porque son los principales destinatarios de una medida que Unidas Podemos vende como una iniciativa frente a la gran empresa, lo cual no es cierto.

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