Diálogo de sordos
Por lamentable que sea una noticia, estar informado siempre es bueno. Los diarios digitales nos permiten seguir al minuto ese diálogo de sordos que es el debate sobre los toros en el Parlamento catalán.
¿Algo nuevo? Sería demasiado ingenuo esperarlo. Más allá de la ... anécdota o del mayor o menor acierto de cada orador, la cosa está bien clara: no cabe convencer a nadie instalado en la ignorancia de algo y en los prejuicios radicales.
La teórica preocupación por el animal encubre un significado político clarísimo: en el mundo entero, se ve esa Fiesta como una seña de identidad de la cultura española. Eso es lo que a algunos les encocora. Y niegan una realidad histórica evidente: que también ha formado parte siempre de la tradición cultural catalana.
Negar la traduccion al castellano pedida por Joselito es un dato inequívoco.
¿Saldrá adelante la prohibición? Depende de los representantes de Convergencia. La posición de los demás, a favor y en contra, es bien conocida. Ellos han de sopesar bien no los argumentos que escuchen sino lo que de verdad les puede importar: las consecuencias de esa prohibición para la imagen de su partido y de Cataluña.
¿Me preocupa el futuro de la Fiesta de los toros en Barcelona? ¡Por supuesto! Pero más me preocupa nuestra libertad y, sobre todo, España, incluída Cataluña. Lo quieran o no, ésa es la cuestión.
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