¿Y ahora qué hacemos, malditos?

Ya, ya, que sí que lo corregisteis unas cuantas horas (eternas) después, pero a mí no me vale porque bulo, malditos míos, es «propalar una mentira con algún fin». ¿Cuál era según vosotros el nuestro? ¿Por qué tengo que pensar que vosotros os equivocasteis y nosotros mentimos intencionadamente? No, bulo esférico se mire por donde se mire es que el verificador, vosotros, no verifique una mierda; no llame al autor de la noticia que pretende desmontar; no compruebe que a quien le han colado una bacalada es al inquisidor, de nuevo vosotros, y no a su víctima, Roberto, y por extensión este diario. Porque, malditos, como no creo que tuvierais acceso al borrador con el que tratasteis chuscamente de condenarnos, mi sospecha es que os utilizaron, o a lo peor os dejasteis utilizar. El gobierno de Aragón os coló un borrador de la ley para que lo distribuyerais como si fuera en realidad la ley aprobada. Un ‘fake’ de manual, queridos malditos, del que os hubierais percatado con sólo acudir al Boletín Oficial de Aragón y comprobar que efectivamente era cierto lo que publicamos: que la ley aprobada garantiza una ayuda de 522 euros a los empadronados en situación extrema, incluidos los inmigrantes irregulares. ¿Con qué fin propagasteis el bulo de que Roberto mentía en su información? Sospecho que para servir a vuestros clientes y acunar vuestro sectarismo. Por eso, malditos, menos ir de cruzados y más reconoceros torquemadas. O al menos, mirad la RAE antes de condenar a unos y ser tan indulgentes con otros, los vuestros, vosotros.