España sale airosa de Bruselas

Merkel quería austeridad; Hollande, políticas expansivas. En medio, Rajoy. Convencido de la importancia de unas cuentas equilibradas, tampoco estaba por la labor de que, en la correosa negociación del presupuesto comunitario, España fuese inmolada en el altar de la ortodoxia económica. Y esta vez la virtud estuvo en el punto medio, y favoreció a nuestro país. Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete lograron ayer, tras 25 horas de tira y afloja bilateral y multilateral, cerrar un acuerdo final sobre un presupuesto recortado para 2014-2020, que por primera vez en la historia tendrá una dotación inferior al actualmente vigente, pero en el que nuestro país seguirá, contra todo pronóstico, siendo receptor neto de ayudas. Solo le faltaba a España en esta crisis perder las ayudas a la agricultura, al empleo y a los fondos de cohesión. Mariano Rajoy y su equipo lo sabían, y negociaron a conciencia.