Un killer como Sánchez

Él cumple con pactar como el que firma un seguro de vida. No sabe adónde le llevan, pero tiene una maquinaria de 'agitprop' bien engrasada, que se toma en serio lo del kárate verbal. Y si tu no sales y explicas lo que has firmado con Vox, ellos te fabrican el relato. Todo el PSOE es hoy una maquinaria de purpúreo relato, mientras que el silencio conversacional del PP podría ser una delicada cortesía, pero nos parece ya un poco grave. Vamos a una España silenciosa donde nadie habla de lo que debemos hablar, como si nadásemos en una sopa de letras que es una ilusión, un vago sueño o imaginario periodístico. El PP es un Escorial de silencio y cautela, aunque es verdad que la campaña les pilló 'in flagranti delicto', o sea firmando pactos. Queremos decir que cayeron en la trampa del señor Sánchez. Si no eran capaces de explicar lo firmado, tendrían que haber sacrificado Extremadura o incluso Valencia y Aragón, porque eso un 'killer' como Sánchez lo sabe aprovechar.

La nueva consigna de los Kissingers y los Barrosos que orientan 'El País' al pedrismo, es que el PP y Vox son lo mismo. Pero si son lo mismo, no se entiende tanto alarmismo de los pactos. Ahora el inmenso verano de la España profunda se divide en dos zoologías: la de los pactos temibles de Feijóo, y la de los pactos de Pedro por caerle simpático a los nacionalistas. Estos han visto en la prensa de Prisa que tienen el tema allanado, y quieren que seamos todos blanqueadores de su corrupción, que andemos construyendo problemas en círculo, trabalenguas conceptuales, matemáticas de la palabra. Otra consecuencia de esta lógica es que los periodistas de ABC seamos señalados por Puigdemont por publicar su programa electoral, sus exigencias. Estamos en agosto, pasando la tarde en la piscina y no podemos más que temer el silencio meloso y letal del presidente, sabiendo que mientras él calla los chicos hacen el desguace del Estado. Un respiro, o sea