TERCERA EDICIÓN
Nuevo curso en la Escuela de Pastores de Andalucía
Los alumnos aprenderán cómo suenan de diferente los cencerros cuando una cabra va a parir o se ha metido en un lío o cómo hacer quesos, por ejemplo
ISABEL LAGUNA (EFE)
No hay vacaciones, ni siquiera fines de semana, pero ser pastor se ha convertido en una opción de vida para los hombres y mujeres que asisten a los cursos de la Escuela de Pastores de Andalucía .
«Mis amigos me ... dicen que estoy loca y también que serán los primeros en tener una amiga pastora», dice Andrea Vizcaíno , una joven de 26 años procedente de Valencia que, tras terminar sus estudios de Graduado Social, se ha apuntado a esta escuela con la idea de crear una cooperativa y poder ganarse la vida «en el campo».
Andrea es una de los 22 alumnos que han iniciado su instrucción en el Parque Natural Sierra de Grazalema (Cádiz). Un curso en el que, a lo largo de 528 horas , asistirán a clases teóricas y prácticas de la mano de técnicos, pastores y ganaderos de la zona sobre cómo cuidar y mejorar la rentabilidad de una explotación ganadera .
En las clases aprenderán desde cómo reconocer dentro de un rebaño qué oveja es la madre de una cría, cómo suenan de diferente los cencerros cuando una cabra va a parir o se ha metido en algún lío, cuándo esquilar o cómo hacer quesos.
Tercera edición
Se trata de la tercera edición de una escuela que la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente puso en marcha para resaltar la figura del pastor, una actividad a la que, según los datos de la Junta de Andalucía, se dedican más de 20.000 andaluces y cerca de 90.000 españoles .
Este año, más de ochenta personas aspiraron a seguir el curso, que, además de asegurar el relevo generacional , tiene el objetivo de mantener una profesión muy beneficiosa para la conservación de los espacios naturales, ya que, entre otras cosas, ayuda a conservar el buen estado de los cortafuegos .
Durante esta campaña, la Escuela de Pastores de Andalucía se centrará en el sector caprino y bovino; en especial en dos razas de la Sierra de Grazalema: la oveja merina y la cabra payoya .
Articular colectivos
Al curso asisten alumnos muy dispares, desde Paquita Ruiz , de 31 años , natural de Almoradi ( Alicante ) y doctora en Agroecología hasta Marco Antonio Montero , un gaditano de 35 años, que de niño ayudó a su padre a cuidar el ganado, una labor que quiere retomar después de haber estado ocho años trabajando en la construcción.
«Una de la cosas que tenemos que aprender es que los ganaderos no pueden estar solos, los trabajos solitarios no funcionan . La idea es articular colectivos para "restaurar" el medio rural», explica Paquita.
Nuevo curso en la Escuela de Pastores de Andalucía
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