¿Cuántos grados puede descender la temperatura de nuestro coche con el uso del parasol?

Un estudio elaborado por el RACC (Real Automóvil Club de Cataluña) trató de evidenciar la importancia del uso del parasol. El estudio fue llevado a cabo exponiendo un coche a una temperatura exterior de 25% y a unos niveles de radiación equivalentes a los que tenemos en época estival durante un tiempo de 60 minutos. Esta primera prueba se hizo sin ningún tipo de protección (parasoles) para el coche. ¿El resultado? El interior alcanzó temperaturas de hasta 43ºC mientras que, el salpicadero presentaba una media de 77ºC , suficientes para causar quemaduras. Posteriormente, se expuso un coche a las mismas condiciones pero, esta vez, con parasol. Los resultados fueron completamente distintos: se comprobó que la temperatura del salpicadero rozaba los 38ºC (casi la mitad de lo registrado sin protección) y la temperatura del interior se situó en 32ºC, muy por debajo del anterior experimento (11ºC en concreto) y mucho más asumible para el ser humano. Gracias a estos datos, basados en una evidencia comprobada, se puede determinar que el uso del parasol es clave y, por supuesto, beneficioso para el usuario del vehículo. Además, la incidencia directa del sol en los materiales del coche pueden causar daños y deterioros y, gracias al parasol, se mantendrán en mejor estado.

Ahora bien, acceder al vehículo en verano puede convertirse en una odisea. Estos trucos te ayudarán a que la temperatura del interior de la cabina descienda de manera rápida.

En primer lugar, antes de subirnos al coche, es recomendable abrir puertas o ventanillas durante unos minutos para que el aire se depure y se ventile el habitáculo.

Aunque suene lógico, aparcar a la sombra puede ser la solución a todos nuestros problemas. Esto no ayudará a refrigerar el interior pero evitará que los rayos del sol incidan directamente sobre la chapa y la cabina. Además de evitar que el calor se adueñe de tu vehículo, protegerás la pintura, los faros, los neumáticos y los tapizados.

Otra opción que puede ayudarnos a evitar las temperaturas sofocantes es la de bajar levemente las ventanillas del coche para lograr que el aire circule . Por último, utilizar un protector de volante puede ayudarnos a la hora de conducir tras una larga exposición del vehículo al sol.

Con todas estas prácticas, notarás de manera considerable cómo tu coche no alcanza temperaturas tan extremas. Hacer todo lo posible para conducir con un clima adecuado es clave para evitar accidentes en la carretera. En este sentido, esta demostrado que conducir con una temperatura elevada dentro del vehículo produce fatiga y efectos similares a hacerlo bajo los efectos del alcohol.