Así será la geolocalización de los coches a la que obligará la DGT: fechas y condiciones

Se ha especulado mucho sobre la fecha de implantación de este nuevo sistema caracterizado por la alta conectividad que permite la geolocalización que incluye, e incluso sobre la conveniencia o no de instalarlas ya o esperar a que se acerque la fecha. Sin embargo, las autoridades competentes ha dado un nuevo paso adelante al respecto.

El pasado martes se aprobaba en Consejo de Ministros el Real Decreto 1030/2022, de 20 de diciembre, por el que se modifica el Real Decreto 159/2021, de 16 de marzo, por el que quedan regulados los servicios de auxilio en las vías públicas. Este incluye la instrucción técnica sobre la conectividad de las luces V16, lo que constituye un importante paso hacia la comercialización de estas nuevas balizas obligatorias a partir del 1 de enero de 2026.

Tal y como señala la Dirección General de Tráfico (DGT), esta baliza V16, de la que no estará exenta ningún vehículo a la hora de señalar una emergencia, permitirá que su sistema de geolocalización envíe cada 100 segundos la ubicación del coche detenido a la nube de la DGT 3.0, de tal forma la información llegará con rapidez a todos los demás vehículos que haya conectados en la vía, contribuyendo a disminuir la siniestralidad.

Esta nueva funcionalidad tan interesante y útil para situaciones especiales como averías o accidentes en las carreteras también abre el debate de si va a permitir a la DGT tener a los conductores controlados en todo momento. Esto es lo que recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE) al respecto: «Los dispositivos de preseñalización de peligro V16 estarán destinados exclusivamente a la visibilización del vehículo accidentado y consiguiente remisión a la Dirección General de Tráfico de la ubicación del vehículo accidentado, no pudiendo incorporar funcionalidades adicionales».

Esta aclaración quiere decir que únicamente se rastreará a un vehículo cuando este active su luz naranja de emergencia, momento en el que se enviará la posición del mismo a la red DGT 3.0, que a su vez la mandará al resto de usuarios cercanos. El objetivo, por tanto, es claro: poner sobre aviso de la presencia de un coche accidentado a los demás conductores para que no pille a ninguno desprevenido y no haya consecuencias en forma de accidentes de tráfico.

En palabras para ABC de Ramón Ledesma, asesor de PONS Mobility, «la incorporación del dispositivo en todo el parque vehicular español (antiguo y nuevo), y su obligada conexión a la plataforma DGT 3.0 convierte a España en el primer país europeo en ofrecer una solución estructural al creciente problema de los atropellos en autopistas y autovías».

Sea como fuere, quedan tres años para que todos los conductores cambien sus sistemas de emergencia y adquieran estas nuevas balizas cuya versión completa, la que será obligatoria en 2026, aún no está a la venta.